Islas de calor por agricultura mecanizada y fotovoltaicas en Yucatán

30 mil hectáreas deforestadas en Yucatán la deforestación por agricultura mecanizada y los parques fotovoltaicos han provocado la formación de islas de calor
Regeneración, 10 de septiembre del 2018. El secretario de Desarrollo Urbano y Medio Ambiente, Eduardo Batllori, reconoció que en Yucatán existen «islas de calor», por la deforestación ocasionada por la mecanización de la explotación del suelo y la instalación de parques fotovoltaicos en la entidad.
Estas islas de calor se hallan en el sur sur y oriente de Yucatán.
«no solo es por las plantas fotovoltaicas, sino también por la ganadería y ésta tiene los más graves y peligrosos cambios ambientales porque la mecanización del suelo está avanzando a pasos agigantados», puntualizó.
«Es mucho más la deforestación en suelo mecanizado que los paneles”.
Batllori Sampedro criticó que las organizaciones de la sociedad civil se enfocan en el problema de las 700 hectáreas de Ticul y dejan a un lado las 30,000 hectáreas que se están deforestando.
“Sí hay que preocuparse por la deforestación, hay que establecer los mecanismos de mitigación porque generan islas de calor”, dijo.
Mega Granja solar de un millón de paneles, sin permisos y plagado de irregularidades
En entrevista, el doctor Batllori Sampedro admitió que el proyecto de la megagranja solar Ticul A y B, donde la empresa Vega Solar instalará un millón de paneles solares, no cumplió los procedimientos, principalmente con la consulta previa a las comunidades indígenas.
Dicha megagranja solar tampoco cumplió los requisitos del cambio de uo de suelo»porque primero las 700 hectáreas se destinaron para un proyecto agrícola de cítricos y luego la persona que lo obtuvo lo transfirió para una planta de energía fotovoltaica».
Aunque deslindó de toda responsabilidad al gobierno de Yucatán porque las autorizaciones y los manifiestos de impacto ambiental son responsabilidad de la Semarnat.
Agregó que el cambio de uso del suelo es responsabilidad de las presidencias municipales y los manifiestos de impacto social están a cargo de la Secretaría de Energía.
Procuraduría Agraria ya sacó las firmas de ejidatarios, pero nadie consultó a comunidades ni ciudadanos
En el caso de la planta solar de Ticul, el funcionario recordó que “ya tiene las autorizaciones federales, la Procuraduría Agraria ya trabajó con los ejidos y los ejidos ya firmaron sus contratos».
El problema que surge ahora es porque las comunidades indígenas no han sido consultadas y no obtienen los beneficios que ellos necesitan.
Agregó que «además, los ejidos hacen negociaciones al margen de la comunidad y de los avecindados.
“Lamentablemente, en Ticul no hubo las consultas a la comunidad ni por parte de la Federación, la presidencia y el ejido antes de que se den las autorizaciones”, recalcó en entrevista al reportero yucateco Joaquín Chan Caamal.
. “Estas autorizaciones sobre las fuentes de energía son competencia de la Federación, el Estado no tiene injerencia en la autorización», dijo.
La planta solar más grande de hispanoamérica y el gobierno de Yucatán se enteró por las noticias
Explicó que «el gobierno estatal se enteró de las consultas cuando llegó la subasta y supieron que en Ticul estaría la planta solar más grande de Hispanoamérica con 700 hectáreas y un millón de paneles”.
Esas 700 hectáreas, dijo, no son mayores que las áreas mecanizadas y las dedicadas a las actividades ganaderas, las cuales generan mayor deforestación.
Consideró que «esa pérdida de 700 hectáreas de selva no debe espantarnos porque son mucho más las que se pierden con la mecanización del suelo para dedicarlos a los cultivos de soya, maíz y sorgo, y también para la ganadería».


Son ilegales 20 megaproyectos de energía

20 megaproyectos de energía renovable en Yucatán no cuentan con Evaluación de Impacto Ambiental y solo dos han hecho consultas a indígenas
Regeneración, 1 de agosto del 2018. Rodrigo Patiño, investigador del Centro de Investigación y de Estudios Avanzados (Cinvestav), en Mérida señaló la ilegalidad en que se desarrollan los 20 megaproyectos de energía renovable en Yucatán, ya que ninguno ha hecho la Evaluación Ambiental Estratégica (EAE) y sólo dos ya efectuaron una Consulta Indígena pero ambas sólo benefician al sector empresarial.
En entrevista a Yucatán Ahora, el investigador lamentó el desinterés de diversas dependencias estatales y federales para corregir las anomalías que prevalecen en torno a los parques eólicos y fotovoltaicos, a pesar que se afecta al medio ambiente y a la comunidad indígena del Estado.
El investigador del CINVESTAV, ejemplificó el caso del Instituto para el Desarrollo de la Cultura Maya del Estado (Indemaya) y de la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas (CDI), ya que en ningún momento han efectuado actividades de orientación y asesoría a los pobladores de las comunidades donde se instalarán los parques de aprovechamiento de la energía generada por el viento y el Sol.
Denunció además «la desidia de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), que ha omitido efectuar acciones en beneficio de la biodiversidad, pero ya aprobó el respectivo Manifiesto de Impacto Ambiental (MIA) correspondientes a las empresas que desean instalarse en la entidad».
Agregó que “La EAE es un instrumento de apoyo para la incorporación de la dimensión ambiental a la toma de decisiones estratégicas, las que usualmente se identifican con políticas, estrategias, planes o programas, y como tal es un procedimiento de mejora de estos instrumentos de planificación”, acotó.
Patiño Díaz detalló que los 20 megaproyectos de construirán en diversos municipios del Estado, tal el caso de Cansahcab, Motul, Muna, Peto, Progreso, Sacalum, Sinanché, Sucilá, Suma, Telchac Pueblo, Ticul, Tizimín, Valladolid y Yobaín.
Explicó que, de acuerdo con la ley, es importante la realización de la Consulta Indígena, en la cual se deben otorgar los elementos necesarios a la comunidad, para determinar si, a su parecer, existe una afectación a sus derechos y/o subsistencia, en este caso para el aprovechamiento de la energía solar y eólica.
Asimismo, dijo que se deben de hacer de manera previa a la construcción de los respectivos parques energéticos, pero hasta el momento se cumple con la normatividad.
Informó que por lo pronto, ya se terminó la Consulta Indígena del proyecto fotovoltaico de Ebtún, comisaría de Valladolid, así como el eólico de Tizimín, cuyos resultados, fueron a favor del empresario.
Aseveró que el respetivo proceso estuvo mal organizado, la comunidad aceptó de manera forzada la instalación de los megaproyectos, pues bajo engaños y desinformados se les condicionó para que firmaran su aceptación.
De igual forma, está en proceso la consulta los parques fotovoltaicos de San José Tipceh, comisaría de Muna, y el de Peto.
Irregularidades en la aprobación de megaproyectos
En el primer caso, ya se detectaron numerosas irregularidades, tal el caso de proporcionar información parcial e incompleta a los pobladores, el alentar el divisionismo, se carece de un investigador independiente para validar el proceso, no hay una simulación del proyecto, e incluso, se nombró a un representante que hablará por todos la comunidad, a pesar que no vive en tal municipios.
Finalmente, consideró de irónico que el gobierno federal no exigiera el respectivo estudio al parque eólico de Dzilam de Bravo, y hasta el momento, el pretexto de que el proyecto fue autorizado de manera previa a la reforma energética, pero “por respeto a la comunidad maya, se le debe de consultar para conocer su postura”.