El futuro de Internet se discute en Brasil

Cumbre #NetMundial

Por una Internet sin el dominio de EU, promueven países como Brasil, que se colocó a la vanguardia aprobando una ley que garantiza la neutralidad de la red y privacidad de los usuarios, una carta de derechos ciudadanos en Internet

 Regeneración, 24 de abril de 2014.  Las revelaciones de Edward Snowden han cambiado los términos del debate entre gobiernos y sociedades, libertad, democracia y seguridad. Por eso cobra relevancia la cumbre internacional #Net Mundial, que discute el futuro de la Internet, su regulación y administración en el futuro. También es un encuentro sobre cultura digital que promueve la discusión sobre una Internet libre, colaborativa, democrática y plural.

La #NET Mundial, “la cumbre sobre la gobernanza de la Red”, pretende decidir el futuro de Internet, la justo cuando se cumplen 25 años de la creación de la World Wide Web.

El objetivo de la reunión es establecer un nuevo orden mundial de Internet, hasta ahora bajo el dominio de Estados Unidos. “Estamos aquí gracias a Edward Snowden, decían ayer participantes en el encuentro en las redes sociales. Se discute la necesidad de crear un sistema de gobernanza internacional de Internet, tema que cobró fuerza después de las revelaciones de Edward Snowden del espionaje practicado por Estados Unidos en todo el mundo.

La cumbre de Sao Paulo intentará sacar adelante lo que no logró la última cumbre de la ITU, organización internacional de telecomunicaciones: un acuerdo inicial entre países desarrollados partidarios de la actual situación y países en desarrollo (Brasil, Rusia, India, China), que quieren tener mando (y dominio) en la gobernanza de Internet. Estados Unidos ya ha dicho que dejará de mandar en el organismo que designa los dominios de Internet (ICANN, por sus siglas en inglés); pero el centro no es sólo la asignación de direcciones, sino de controlar los estándares técnicos de la Red.

Reino Unido y Estados Unidos han expresado su temor de que se produzca una balkanización de Internet, con estándares locales o regionales que bloqueen la libertad actual; pero lo que para unos es libertad, para otros es inseguridad y, con ese reclamo, intentan controlar Internet. Ante los riesgos que representa cualquier cambio, los países desarrollados pretenden mantenerse como hasta ahora.

Ya el presidente Barack Obama y el Departamento de Comercio de EU anunciaron el 15 de marzo su disposición a renunciar a la prerrogativa que ejercen sobre la atribución de los dominios en Internet a través del ICANN (la Corporación de Internet para la asignación de nombres y números) una organización sin ánimo de lucro con sede en California, para dejar paso en unos 18 meses a un sistema de gestión global, aunque anunciaron que no pretendían dejarlo en manos de otro grupo de países. La discusión de estos días debatirá si el organismo se coloca bajo el paraguas de las Naciones Unidas (como pretenden los países emergentes) o sigue siendo independiente.

La reunión es una iniciativa conjunta del Comité Gestor de Internet en Brasil, el foro que reúne a las entidades internacionales de los distintos sectores que participan en la gobernanza de Internet. La necesidad de una administración mundial de Internet fue expuesta por Brasil.

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 El ministro de Comunicaciones de Brasil, Paulo Bernardo Silva, declaró a la prensa extranjera: “Nuestra crítica está ligada al hecho de que Internet está muy concentrada en Estados Unidos, los servidores están todos en el hemisferio norte. Y, frente a eso, se requiere infraestructura en los otros países”.

Esta cumbre se propone que líderes políticos, empresas de tecnología, asociaciones civiles y universidades elaboren los principios de gobernanza de Internet y propongan un camino a seguir para la futura evolución del ecosistema de gobernanza de Internet. 

NET mundial es el inicio de un proceso de construcción de estas políticas en el contexto global, siguiendo un modelo de pluralidad participativa.

 

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Brasil a la vanguardia en el mundo

En ese contexto, el senado de Brasil aprobó una ley vanguardista. La ley Marco Civil establece, entre otras cuestiones, que las compañías no podrán limitar el acceso a los usuarios a determinados contenidos o cobrar precios diferentes por cada servicio prestado (lo que se conoce por neutralidad de la Red), la inviolabilidad de las comunicaciones y que los proveedores de Internet deberán almacenar los registros de conexión por seis meses y ponerlos a disposición de las autoridades previa orden judicial. El proyecto final, que se aprobó sin modificaciones con respecto al texto avalado hace un mes en la Cámara de Diputados, no convence a todos en Brasil y algunos especialistas alertan de ciertos desvíos con respecto al texto original.

Entre los puntos polémicos se encuentran la neutralidad de la Red, el almacenamiento de datos y el posible castigo a los usuarios –y no a los proveedores– por contenidos vinculados. Sergio Amadeu, sociólogo y representante de la sociedad civil en el Comité que ayudó a crear el Marco Civil solicitó a Dilma Rousseff vetar el artículo 15 porque, según él, representa una amenaza a la libertad ya que obliga a las empresas a guardar los datos de los ciudadanos durante seis meses. Otra voz en contra es la de Pedro Eckman, coordinador de Intervozes, Coletivo Brasil de Comunicaçao Social. “Esa medida debilita la protección de la privacidad, conculcando la presunción de inocencia al obligar a almacenar de forma obligatoria las actividades de los internautas de forma indiscriminada y masiva”.

La nueva ley brasileña –en la línea que han establecido otros países, como Chile y Holanda– va dirigida a la geopolítica del gobierno mundial de la web, tras el escándalo de las revelaciones de Edward Snowden y el espionaje de la NSA estadounidense (Agencia Nacional de Seguridad) a amigos y aliados de la Casa Blanca, entre ellos a la propia Rousseff y a la canciller alemana Ángela Merkel. Berlín y Brasilia, además de la Unión Europea y la Asamblea General de la ONU, quieren establecer unas reglas que impidan el control que Washington ejerce en la Red, algo difícil de conseguir según los especialistas.

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Sin embargo, en el camino de la ley se ha quedado la aspiración más radical: que las empresas extranjeras de Internet (léase Twitter, Google, Yahoo, Amazon…) instalaran centros de datos en el país. A cambio han introducido un artículo que sí afecta a las multinacionales de Internet: las denuncias judiciales de los brasileños contra estas empresas se dirimirán en tribunales brasileños, no en los estadounidenses. 

La Ley Marco Civil es una especie de carta de derechos de ciudadanos respeto al Internet. ley establece principios, garantías, derechos y deberes para usuarios y proveedores.

Al inicio de la cumbre mundial, la presidenta Dilma Rousseff promulgó el Marco Civil de la Internet aprobado por el Congreso brasileño, que, según la mandataria, “podrá influir el debate mundial en la búsqueda del camino para asegurar los derechos reales en el mundo virtual”.


En el congreso Net Mundial el  ministro brasileño de Comunicaciones, Paulo Bernardo Silva, afirmó que su país liderará un movimiento internacional de regulación de Internet entre los países del Mercosur, la Celac, los BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica) y con algunos países africanos. 


El funcionario destacó que en la Cumbre de los BRICS, prevista para el 15 y el 16 de julio próximo en la ciudad brasileña de Fortaleza, después de la celebración del Mundial de Fútbol de 2014, Rousseff presentará la iniciativa de su país a los jefes de Estado de las llamadas “potencias emergentes”. 
Pero aclaró que no pretende exportar el reciente modelo de regulación aprobada en su país el Marco Civil de Internet, que consagra en Brasil el principio de la neutralidad de la Red y establece reglas para preservar la privacidad de los usuarios.

  

Conectados y vigilados

En el mundo hay 4 mil 300 millones de internautas, la mitad de la población. El 44,8% de las conexiones son desde Asia, seguida de Europa (21,5%), América del Norte (11,4%), América Latina (10,6%), África (7,0%), Oriente Medio (3,7%) y Oceanía (1,0%).

La comunicación en la Red ha dejado de ser anglosajona. Aunque el inglés es el idioma más habitual (26,8%), pronto le superará el chino (24,2 %). Por detrás están el español (7,8%), el japonés (4,7%), el portugués (3,9%), el alemán (3,6%), el árabe (3,3%), el francés (3,0%), el ruso (3,0%) y el coreano (2,0%).

Bahréin, Bielorrusia, Burma, China, Cuba, Irán, Corea del Norte, Arabia Saudí, Siria, Turkmenistán, Uzbekistán y Vietnam son los países con mayores limitaciones en Internet, según Reporteros sin Fronteras.

El 41% de las conexiones a la Red se realizan desde ordenadores, aunque cerca el móvil (38%) y la tableta (21%).