Estados Unidos aseguró que trabajadores de su embajada en Cuba fueron blanco de “ataques acústicos” y expulsó a 15 diplomáticos cubanos de su territorio
Regeneración, 3 de octubre de 2017.- Estados Unidos ordenó la salida de 15 diplomáticos de la Embajada cubana en Washington.
Así lo informó el Departamento de Estado norteamericano este martes, y agregó que los diplomáticos tienen siete días para irse.
Sin embargo, no se está declarando a estos diplomáticos cubanos como “personas non gratas”, lo que significa que no pueden volver a Estados Unidos.
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Estados Unidos, por su parte, había retirado a más de la mitad de sus trabajadores en la Embajada estadounidense en La Habana el fin de semana pasado. Esta decisión, de acuerdo con el secretario de Estado de EU, Rex Tillerson, se debe a que al menos 21 estadounidenses en la embajada padecieron “misteriosos problemas de salud” en la isla.
Incluso Tillerson anunció que estaba considerando cerrar la embajada en su totalidad, y calificó la mala salud de los trabajadores estadounidenses como “ataques de naturaleza desconocida a la salud” y que fueron objeto de “ataques acústicos”.
Los investigadores estadounidenses no saben qué o quién está detrás de los supuestos ataques, que han afectado al menos a 21 diplomáticos y sus familias. Algunos de ellos sufrieron heridas tan graves como lesión cerebral traumática y pérdida permanente de audición.
Tillerson dijo que Washington mantiene las relaciones diplomáticas entre los dos países y que cooperará con Cuba mientras continúe esta investigación.
Además, durante ese fin de semana, Washington pidió a sus ciudadanos no visitar Cuba.
Cuba responde a las acusaciones de Estados Unidos
El Ministerio de Relaciones Exteriores de Cuba declaró horas después a través de un comunicado que “protesta enérgicamente y denuncia esta decisión infundada e inaceptable”.
Criticó también la acusación estadounidense de que Cuba no adoptó “todas las medidas adecuadas para prevenir los alegados incidentes”.
El ministro cubano de Relaciones Exteriores, Bruno Rodríguez Parrilla, advirtió a Tillerson, que no tome “decisiones apresuradas sin sustento en evidencias”, y lo instó a “no politizar un asunto de esta naturaleza”.
Los resultados preliminares de las investigaciones, la información disponible y los datos facilitados por Estados Unidos indican que ni siquiera hay evidencia de que estos daños a la salud de los trabajadores en la embajada estadounidense hayan sufrido los mencionados daños a la salud.
“No existen evidencias de la ocurrencia de los alegados incidentes, ni de las causas y el origen de las afecciones de salud notificadas por los diplomáticos estadounidenses y sus familiares”, dice el comunicado.
“Tampoco se han identificado posibles autores ni personas con motivaciones, intenciones o medios para ejecutar este tipo de acciones, ni se ha establecido la presencia de personas o medios sospechosos en los lugares donde se han reportado los hechos ni en sus alrededores”, agrega.
Por estas razones, el ministerio “rechaza categóricamente cualquier responsabilidad del Gobierno cubano”.