Gobierno de EPN perdonó deuda a empresario que vendió software espía

Rodrigo Ruiz de Teresa, empresario que vendió en 32 millones de dólares el programa informático espía al gobierno de EPN recibió un indulto de Hacienda

Rodrigo Ruiz de Teresa es dueño de la franquicia de restaurantes El Costeñito, según revistas de espectáculos

Regeneración, 20 marzo de 2019.Una de las empresas relacionadas con la venta del programa informático (Pegasus) con el que el gobierno espió a periodistas durante el sexenio pasado, Balam, es propiedad de un defraudador fiscal a quien el gobierno de Enrique Peña Nieto perdonó una deuda con hacienda de 2014, y cuyo nombre es Rodrigo Ruiz de Teresa Treviño.

Sin embargo, la misma Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) perdonó la deuda en 2016. El empresario reportó en su declaración anual del Impuesto Sobre la Renta (ISR) ganancias menores a las que realmente obtuvo, cometiendo así un fraude por 1 millón 35 mil pesos.

Según la investigación hecha por Mexicanos contra la Corrupción y la Impunidad (MCCI), a través de datos oficiales se confirmó que Hacienda solicitó la cancelación de la querella por el caso de defraudación fiscal.

Este “perdón” se permutó a cambio la repartición de volantes en bares y restaurantes, de los que Rodrígo Ruiz de Teresa en propietario, para invitar a la población a pagar sus impuestos y fue el mismo subprocurador fiscal, José Ulises Gómez Nolasco, quien solicitó la cancelación de la acción penal.

Rodrigo Ruiz de Teresa es dueño de la franquicia de restaurantes El Costeñito, según reportaron revistas de espectáculos entre 2013 y 2015, de los que hay 14 sucursales.

El empresario, fue también quien vendió en 32 millones de dólares el programa informático espía a través de Grupo Tech Bull, filial de su empresa Balam Seguridad Privada, a la entonces Procuraduría Federal de la República.

Aunque el perdón fiscal está previsto en la ley, no hay datos sobre quienes son los beneficiarios de este y cómo es que se otorga el indulto. La SHCP mantiene esa información como reservada, ya que el mismo Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (INAI) le otorgó la facultad de negar la información.