El sector privado también esta de acuerdo pero bajo la lógica de “si descansan más su producción aumentará”. Solo porque estima que el aumento de vacaciones ayudará a incrementar sus ganancias.
Por Gerardo Salas
RegeneraciónMx, 5 de octubre de 2022.- Desde hace siglos se ha generado el debate sobre cómo debería ser la relación entre inversionistas y obreros, entre quienes ponen el capital y aquellos que ofrecen su fuerza laboral.
México no ha estado exento de tal debate. Gracias a la movilización y exigencias de miles de mexicanos obreros organizados se han obtenido importantísimos logros. Por ejemplo, nuestra Constitución de 1917 fue la primera a nivel mundial que consideró derechos como a la huelga y a la organización obrera, incluso se dice que esto fue inspiración para la conformación de la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
El alma de la protección laboral recayó, y lo sigue haciendo, en el artículo 123 constitucional, que en su primer párrafo menciona: “Toda persona tiene derecho al trabajo digno y socialmente útil”.
En 1927 el entonces presidente Plutarco Elías Calles promulgó un decreto para crear la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje, con el fin de interceder en los conflictos laborales.
No siempre se tuvieron aplausos de todos los sectores de la población, y es que por ejemplo en 1929 se propuso establecer un código federal del trabajo, sin embargo, el sector empresarial lo rechazó al punto que el conocido Henry Ford amenazó con retirar sus inversiones del país si se concretaba. Al final la fuerza obrera triunfó en 1931 obtenido lo que a la fecha conocemos como la Ley Federal del Trabajo.
En el presente siglo la disputa por las condiciones obrero–patronales sigue siendo tema. En 2012, dentro del deshonroso periodo panista, se introdujo el modelo de subcontratación que claramente beneficiaba al sector empresarial, sin embargo, en 2012 se debilitó este modelo con la prohibición del outsourcing de personal.
En el presente sexenio los aumentos al salario mínimo han sido proporcionalmente superiores al de los periodos anteriores. Y en estos días se encuentran en análisis legislativo dos reformas que fortalecerán aún más al obrero mexicano.
La primera reforma busca modificar dos artículos de la Ley Federal del Trabajo: establecer que los trabajadores que tengan más de un año de labores podrán disfrutar de por lo menos 12 días laborables, y que aumentará en dos días laborables periódicamente, hasta llegar a veinte, por cada año subsecuente de servicios. A partir del sexto año, el periodo de vacaciones aumentará en dos días por cada cinco de labores. Adicionalmente se busca reformar la Constitución, específicamente el articulo 123, para establecer una jornada laboral máxima de siete a ocho horas por día, sin ver afectado los ingresos percibidos.
El informe Is paid annual leave available to workers?, realizado por World Policy Analysis Center en 2021, muestra a nuestro país está al fondo de la tabla por sus seis días de vacaciones por primer año laborado. Solo Filipinas y China ofrecen una menor cantidad a su fuerza laboral, siendo solo cinco días de vacaciones. De hecho, la mayoría de los países analizados ofrecen mas de 20 días como mínimo, como es el caso de Reino Unido, Dinamarca, Uruguay, Suiza, Bélgica y Brasil, incluso están en esta categoría países vituperados como Afganistán y Zimbabue.
Por lo que ya no te sorprendería si te comento que nuestro país es el que ofrece menos días vacacionales de América Latina. Y que, en términos de horas laboradas, México es la nación de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) que mas tiempo destina a el trabajo; en promedio trabaja un 23% más que el resto bajo condiciones inferiores. Un mexicano destina 2 mil 124 horas de su año a trabajar, mientras que un francés solo mil 402 y un alemán mil 332 horas. Y si de productividad se trata, ésta, junto al promedio de escolarización en México, ha incrementado, mas no se ha visto reflejado en la reducción del periodo laboral.
A consecuencia de lo anterior, nuestro país nivel mundial es aquel en el que las personas trabajadoras sufren mayor estrés laboral, se estima que más de la mitad de los trabajadores padecen.
Sumémosle que, de acuerdo a un estudio publicado por OCCMundial, las mujeres son las que más padecen de estrés laboral, y si hablamos de grupo etario el más afectado resulta ser el de los 30 a los 49 años, donde el 70% señala padecer estrés laboral. El estrés laboral, menciona el estudio, trae consecuencias como dolores de cabeza, cansancio constante, ansiedad, insomnio, cambios en el peso corporal, falta de concentración, problemas en la piel y depresión.
Por sorpresa, el sector privado también esta de acuerdo con estas dos reformas, pero bajo la lógica de “si descansan más su producción aumentará”, es decir, solo están de acuerdo ya que estima esto ayudará a incrementar sus ganancias. Pero realmente esto va mas allá, pues se trata de darle dignidad al trabajador mexicano. No se trata de laborar para producir y generar riqueza al empresario, sino para sentirnos dignos de nuestras labores y de nuestro rol en la sociedad.
La discusión de ambas reformas se encuentra en el poder legislativo, pero no dudo que logren ver la luz muy pronto, lo que significará un avance más para un sector que merecidamente ha luchado por condiciones más dignas.
PD. – 2 de octubre no se olvida.
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