Donna Strickland, ganadora del premio Nobel de Física 2018, por su trabajo con rayos láser, se mantiene enseñando en la Universidad Waterloo en Canadá, bajo una figura académica percibida como ‘menor’.
Regeneración, 04 de octubre de 2018.- Hace 55 años que una mujer no ganaba el premio Nobel de Física y ahora volvió a pasar, con Donna Strickland, quien se desempeña como “prefesora asociada” en la Universidad de Waterloo, en Canadá, y junto con otros dos colegas, trabajan sobre las herramientas de luz.
La canadiense de 59 años, tercera en recibir el galardón, ostenta un puesto de “profesora asociada o junior”, considerado como menor en la jerarquía universitaria, lo que atribuye a que nunca presentó una solicitud para promoverse.
La figura de profesora asociada ( o adjunto), es una figura que se utiliza en la academia para aquellos docentes cuya carga frente a grupo es menor y, por lo tanto, su pago.
Strickland pareció calmar cualquier insinuación de sexismo en una entrevista con la BBC, diciendo que “siempre había sido tratada como una igual en su carrera”.
Cuando se le preguntó directamente por qué alguien con sus logros y reputación tenía ese cargo y no una cátedra completa, ella respondió simplemente: “Nunca presenté mi solicitud”.
Igualmente resulta curioso que tercera mujer en ganar el Nobel de física, después de Maria Goeppert-Mayer, quien fue galardonada en 1963; y Marie Curie quien lo ganó en 1903, no haya tenido antes una página de Wikipedia, la enciclopedia digital.
Donna Strickland tuvo la oportunidad de tener su entrada en Wikipedia en el mes de mayo pasado, pero un moderador declinó ingresar a la página en el sistema porque no seguía las “guías de notoriedad”. Es decir, no era lo suficientemente conocida.
Wikipedia, tiene un sesgo de género claro, pues del total de biografías en el sitio, sólo 17% son de mujeres.
La física compartió el galardón con el físico francés Gerard Mourou, su compañero de investigación, por desarrollar un “método para generar los pulsos de láser más cortos e intensos creados por la humanidad”; y con el científico estadounidense Arthur Ashkin, quienes fueron reconocidos por el desarrollo de “pinzas ópticas” y su aplicación a sistemas biológicos.
Pese a cualquier insinuación de sexismo, para la científica es importante celebrar el trabajo de las mujeres en la ciencia y más concretamente en la física.
“Tenemos que celebrar el trabajo de las mujeres físicas, porque están ahí y con suerte, a tiempo, tal vez comienza a avanzar a un ritmo más rápido”, declaró en la conferencia de prensa del Nobel.
“Me siento honrada de ser una de esas mujeres”.