Mujeres reciben diagnóstico tardío de VIH; médicos pasan por alto síntomas

Personal de salud sólo aplica pruebas de VIH a mujeres si su pareja sale positiva

Regeneración, 31 de julio de 2018.- En México, los diagnósticos del Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH) en mujeres son tardíos.

Lo anterior, debido a que el personal de salud no las identifica como personas en riesgo de adquirir la infección, a pesar de que representan 25 por cierto de la población viviendo con el VIH/Sida en el país.

La agencia informativa Cimacnoticias aborda los resultados del estudio El personal médico y la visibilidad de las mujeres en la epidemia del VIH en México.

El documento fue realizado por investigadoras de la Clínica Especializada Condesa, Alicia Pineirúa Menéndez y Ubaldo Ramos Alamillo.

Una de las primeras conclusiones del análisis es que las mujeres están acudiendo a los servicios médicos cuando tienen síntomas asociados a la presencia del VIH, pero el personal sanitario omite estas señales y sólo aplica la prueba una vez que la pareja masculina ha sido detectada con el virus.

Las consecuencias de estas desatenciones y oportunidades perdidas, expone la investigación, son que la población femenina es diagnosticada con VIH en etapas avanzadas, una vez que no responden al tratamiento médico (inmunosupresión).

Los resultados se desprenden de entrevistas a 40 mujeres usuarias del Centro Ambulatorio para la Prevención y Atención en SIDA e Infecciones de Transmisión Sexual (CAPASITS) de San Bartolo Coyotepec, en el estado de Oaxaca.

Al documentar su trayectoria sobre cómo obtuvieron su diagnóstico en los servicios de salud –previo al CAPASITS- hallaron que los médicos no les ofrecieron las prueba.

Ello, pese a que presentaban síntomas que sugerían una infección avanzada por VIH (como pérdida de peso, diarrea crónica y fiebre).

Por ejemplo, Soledad, una mujer de 36 años de edad con cándida oral y diarrea crónica que le hizo perder 20 kilogramos, visitó seis veces al mismo médico de primer nivel de atención.

Nunca recibió la oferta de prueba para VIH.

La paciente sospechaba que contrajo la infección y solicitó al médico la prueba sin embargo éste se la negó.

El detonante para que se la aplicara fue el resultado positivo a VIH de su pareja.

Al conocer las experiencias de estas mujeres como Soledad, los especialistas procedieron a entrevistar a un grupo de 91 médicos que ofrecen servicios en diversos centros de la Secretaría de Salud a lo largo del país.

Esto, con el objetivo de conocer en qué circunstancias ofertan las pruebas de detección del VIH.

Al interrogar al personal médico sobre los factores de riesgo que toman en cuenta para aplicar la prueba de VIH en mujeres, solamente dos trabajadores de salud consideran ofertarla si la mujer está en unión conyugal.

Esto, pese a que la evidencia en cifras sustenta que la transmisión del VIH en la población femenina ocurre a través de su pareja estable.

La principal respuesta de los médicos es que ofrecen la prueba a mujeres en condición de explotación sexual comercial, mientras que un 40 por ciento mencionó que la ofrece a las que tienen relaciones sexuales no protegidas.

La investigación planteó escenarios clínicos:

Cinco con mujeres y 5 con hombres que incluían una vida sexual activa en todos los casos.

62 por ciento del personal de salud consideró que con las mujeres no era necesario ofertar una prueba de VIH, en comparación con los varones, a quienes sí se les ofreció en todos los casos.

Es decir, los trabajadores de salud descartan a las mujeres para ofrecerles la prueba de VIH, lo que en opinión de la y el investigador, “va más allá de su conocimiento sobre la transmisión de la infección”.

Lo anterior, debido a que 24 por ciento de los médicos entrevistados asistió a alguna capacitación de VIH en el último año, o incluso tenía que ver con los recursos disponibles ya que 80 por ciento contaba con pruebas en su lugar de trabajo.

Pero sostienen que sobre todo está relacionado con la desigualdad de género con la que se forma al personal médico y que tiene un impacto directo en la relación con sus pacientes, en este caso con las mujeres.

Indican que esto ocurre mientras en la última década han incrementado los casos de mujeres viviendo con VIH en México.

La razón de casos hombre-mujer oscila entre 3 a 1 y 5 a 1, según el Centro Nacional para Prevención y el Control de VIH y el Sida (Censida).

Finalmente, informaron que tampoco a las mujeres se les está diagnosticando el VIH durante el embarazo, a pesar de que la Norma Oficial Mexicana NOM-010-SSA2-2010 (NOM 010) contempla este servicio como obligatorio, pues la cobertura de esta prueba en el periodo prenatal es de menos de 60 por cierto a nivel nacional.

Con información de Cimacnoticias