#Opinión: El ABC de la reforma electoral

Por Gerardo Salas

RegeneraciónMx, 22 de octubre de 2022.- Cuando damos un paso atrás para ver la línea histórica de las instituciones nos encontramos con cambios sustanciosos en relación a las necesidades de la población y las fallas que van presentando.

México no es la excepción. Hace apenas 5 elecciones presidenciales es que se llevan a cabo por medio de un órgano electoral, el entonces Instituto Federal Electoral (IFE). En ese momento el máximo órgano del instituto era un consejo compuesto por el Secretario de Gobernación, cuatro legisladores, representantes de los partidos y seis consejeros magistrados propuestos por el Presidente y abalados por la Cámara de Diputados.

En poco más de dos décadas de estar en funciones el IFE se cuentan cuatro momentos en que tuvo reformas relevantes, hasta llegar el 2014 donde se decidió desaparecerlo para dar paso al INE. No está de más decir que ente esto las calles estaban vacías, nadie, ni el más ingenuo, gritó a los cuatro vientos que era “un atentado contra la democracia”.

Además del nombre, se cambió la composición del consejo siendo ahora integrado por 11 miembros elegidos por la cámara de diputados, habiendo uno que fungirá como consejero presidente. De igual forma se fortaleció la relación entre este instituto con sus homólogos locales se robusteció la participación de candidaturas independientes, entre otras modificaciones.

Ocho años después, ante una época histórica en nuestro país donde se busca el buen uso del dinero público y mayor participación del pueblo en las decisiones del país, Andrés Manuel López Obrador ha propuesto una reforma electoral. ¿En que consiste? Aquí los principales puntos:

  • No, el INE no desaparece como tanto repiten los opositores. Solo cambia de nombre de INE para ser Instituto Nacional Electoral y de Consultas (INEC).
  • No se pierde su autonomía.
  • Los consejeros del INEC, así como los magistrados del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), serán elegidos mediante el voto por el pueblo.
  • Los consejeros del INEC se reducirán de 11 a 7.
  • Los partidos políticos solo recibirán financiamiento público para las campañas electorales.
  • Reducción de espacios de televisión y radio para propaganda política.
  • Se eliminan los diputados y senadores plurinominales. Pasando de 500 a 300 diputados, y de 128 a 96 senadores. De igual forma se propone reducir la cantidad de regidores a un máximo de 9.
  • Se reduce del 40% al 33% la participación requerida para que una consulta popular sea vinculante.
  • Se abre la posibilidad de implementar el voto electrónico.

Como se aprecia, las intenciones de la reforma del presidente son positivas para la democracia. Entonces, ¿Por qué los PRIANistas hasta organizan marcha para oponerse a la reforma?, yo noto tres aberrantes motivantes: como elección tras elección han perdido una gran cantidad de apoyo popular la mayoría de los espacios legislativos los han obtenido son por la vía plurinominal, por lo que si los eliminan su injerencia en la vida pública se reducirá drásticamente. Segundo, aunque se dicen democráticos, la realidad es que están en contra del voto popular para la elección de consejeros y la posibilidad de que el pueblo decida sobre temas estratégicos a través de las consultas populares. Y por supuesto, los mueve profundo odio que le tienen a AMLO, todo aquello que el proponga se opondrán porque les duele y mucho el que les haya quitado el presupuesto público por el que por años se enriquecieron.

Su marcha lo reflejó. Fue encabezada por políticos del obscuro pasado neoliberal y teniendo que acarrear a los militantes de fuera para poder subir el número de manifestantes. Aún y mintiendo descaradamente con la imaginaria “desaparición del INE” a los mexicanos de a pie, los más afectados por su modelo económico, ni les interesó su llamado.

Por cierto, aunque repiten y repiten que AMLO es un autoritario antidemocrático, la marcha se llevó a cabo sin una sola opresión, como sucedía en los sexenios anteriores.

Con la reforma del presidente obligarían al PRIAN a trabajar, a ganarse los espacios legislativos, ya no tendrán la comodidad que ofrece una curul plurinominal. Tendríamos representantes que si fueron elegidos por el pueblo, traduciéndose en la aprobación de leyes benéficas para el presente y futuro del país. Por ejemplo, la reforma eléctrica hubiera sido aprobada de no haber legisladores pluris. Similar a lo que sucede actualmente, ya que las reformas constitucionales que comprende la propuesta electoral de AMLO difícilmente pasaran, sin embargo, aquellas que comprenden leyes secundarias serán una realidad.

Unos cuantos están molestos porque perderán sus privilegios, cuando el resto del pueblo será empoderado. No hay mayor razón para apoyar la reforma electoral.

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