La página web Ciencia UNAM explica que la nanociencia y la nanotecnología están revolucionando la vida humana como la conocemos en la actualidad.
Por: Naix’ieli Castillo García, DGDC-UNAM
Sus aplicaciones son vastas e incluyen desde nanofármacos, que por su tamaño podrían introducir sustancias a lugares del organismo que antes eran inaccesibles, hasta nuevos materiales para proteger y restaurar obras de arte.
Un aporte más son los recubrimientos que pueden usarse en la ropa para evitar que se ensucie. En el campo de la electrónica, los nanocircuitos podrían llevar al desarrollo de dispositivos más pequeños y ligeros que los que conocemos actualmente.
Como ciudadanos es fundamental conocer los conceptos básicos de esta ciencia para saber sus alcances. En México hay varios ejemplos del esfuerzo para llevar a la sociedad el conocimiento y los nuevos desarrollos de esta ciencia, uno de ellos es la revista Mundo Nano,en donde periódicamente se informa sobre estos temas.
Otro caso es el Programa Ciencia Pumita, del Centro de Nanociencias y Nanotecnología de la UNAM, dirigido por Noboru Takeuchi, físico investigador de este centro, quien en colaboración con el CONACYT editó una colección de seis libros sobre los conceptos básicos de nanociencia y nanotecnología en lenguas indígenas de los pueblos de México.
En el país, al menos 10 millones de personas pertenecen a comunidades indígenas. El objetivo de los libros es contribuir a que conozcan esta nueva ciencia.
Los idiomas en que se editaron los textos fueron zapoteco de la Sierra Norte, náhuatl de Tlaxcala, mixe alto, mixteco de la Mixteca Baja, hñahñu del Valle de Mezquital y maya de Yucatán.
Traducción, un reto
Todos los libros son bilingües, español-lengua indígena, con excepción del libro en mixe. En este caso, los traductores propusieron que se editara únicamente en mixe que por contar con un número importante de lectores potenciales en esta lengua.
En las traducciones participaron especialistas de la UNAM, la Universidad Autónoma de Puebla, la Universidad Tecnológica de Tula-Tepeji y hablantes y escritores de las lenguas originarias.
Uno de los retos que enfrentaron los traductores fue que las lenguas indígenas sí tienen palabras para ciencia y tecnología, pero de cosas macroscópicas, que sí se ven, pero para cosas microscópicas en muchos casos no había palabras.
En algunos casos, se cambió el texto haciendo una reinterpretación para adaptarlo a la lengua, debido a que una traducción literal no era posible. En otros, se tomaron prestados términos del español y en algunos más se definieron en la lengua, señaló Noboru Takeuchi, principal impulsor del proyecto.
Nanotecnología en mixteco se tradujo como Tatanunio kixiva’a ndachuun, que significa “lo que hace cosas enanas”, y nanociencia en mixteco se dice Tatanunio ndyichi, que quiere decir “sabiduría de lo enano”.
El grupo de divulgadores de Ciencia Pumita ya ha probado la aceptación de sus libros de nanociencia y nanotecnología en visitas a las comunidades indígenas en donde organizan círculos de lectura en voz alta.
Estas actividades son fundamentales porque las lenguas indígenas por lo general son habladas y muy poca gente las lee o las escribe. Es por eso que los libros están acompañados de un audiolibro, comentó Noboru Takeuchi, y así se puede superar ese obstáculo.
Cabe mencionar que esta colección de libros se presentó de modo oficial en México el pasado 23 de febrero, en la Feria Internacional del Libro del Palacio de Minería, y el 26 de febrero en la sede el Senado de la República.