Altos niveles de tóxicos en mamíferos marinos europeos

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Regeneración, 16 de enero de 2016.- Todo parece indicar que las orcas que nadan en aguas europeas pronto serán cosa del pasado. Un estudio extenso que investiga cuatro especies de ballenas y delfines que habitan las cosas de Europa ha encontrado que los niveles de un químico altamente tóxico, biphenyl policlorinado, en los mamíferos marinos son los más altos de que se tiene registro en comparación con cualquier otro lugar del mundo.

La investigación también ha concluido que las altas concentraciones de este químico en los animales es la causa más probable de las bajas tasas de reproducción conocidas en las orcas y en otras especies alrededor de Europa desde los años sesenta.

Antes de que fuesen prohibidos, los componentes del bifenil policlorinado – o BPCs- se usaron en electrónicos, pinturas y retardantes de fuego, hasta que se descubrió que eran altamente tóxicos por lo que fueron prohibidos. Los BPCs son conocidos por su bio acumulación, lo que significa que se reconstruyen en la cadena alimenticia, volviéndose concentrados en animales que se encuentran en los niveles más altos de las cadenas, como las ballenas y los delfines. Al igual que muchos otros químicos dañinos, han logrado persistir en el ambiente, y aún tienen un enorme impacto en estos mamíferos marinos encontrados en el noreste del Atlántico y el Mediterráneo.

En especies de delfines como los nariz de botella y las ballenas asesinas, hay niveles de BPC que son excesivos. Son probablemente los más altos del mundo en este momento, de alguna manera Europa es un gran punto de acceso para los BCPs, en particular el oeste del Mar Mediterráneo y alrededor de la Península Ibérica.

Después de que su uso fuera prohibido en la década de 1980, los niveles de BCPs que se encuentran en la grasa de ballena cayeron hasta cerca del año 2000, cuando las concentraciones encontradas en los mamíferos se estabilizaron. “Así que es muy probable ahora que estamos en una condición de estado estable, donde los BCPs que se metabolizan o se excretan se compensan con nuevas entradas de éstos a los organismos”, dice el Dr. Jepson.

Y estas entradas son expansivas Después de que el químico fuese prohibido en los 80s, sólo cerca del 10% fue destruido. Debido a su alta resistencia al calor, una de las razones por las que su manufactura fue tan popular, el químico resulta casi imposible de destruir. Esto significó que la vasta mayoría de los BCPs que se produjeron simplemente fueron enterrados bajo tierra. Es de manera que el químico se desplaza lentamente hasta los océanos, así como el dragado de sedimentos remueve los BCPs del fondo del mar, superando la concentración de BCPs en la cadena alimentaria y finalmente llegando a las ballenas y delfines.

Esto ha dado lugar a la disminución de las poblaciones, sobre todo de los delfines nariz de botella y la orca, ya que las sustancias químicas afectan la capacidad de los mamíferos para reproducirse, mientras que también suprimen su sistema inmunológico. De hecho, en la actualidad hay vainas de orca que viven todo el año en el Mar del Norte, y sólo se conocen ocho individuos en la costa noroeste del Reino Unido. A pesar de haber sido estudiada por mucho tiempo, esta última población de orcas nunca se ha reproducido, y es muy probable que lo haga en el futuro.

(Con información de I Fucking Love Science)