El mes de Octubre en todo el mundo generó diferentes movilizaciones y acciones masivas muchas de las cuales continúan creando un nuevo ciclo global
Regeneración, 6 de noviembre de 2019. Una oleada de protestas ciudadanas recorre este otoño el mundo. No se asemejan, como en los años que siguieron a la crisis de 2008, a los movimientos de indignación.
Son manifestaciones de sociedades civiles que han tomado las calles en Hong-Kong, El Cairo, París o Moscú, entre otras capitales
Estas son las quince mayores protestas que se mantienen activas alrededor del planeta, a partir de informaciones recogidas por el portal Business Insider.
Hong-Kong. Contra la ley de extradición acordada por Pekín. El estallido social surgió el pasado mes de junio, pero el conflicto está lejos de apaciguarse.
Decenas de miles de personas se han lanzado a las calles de este territorio autónomo chino en protesta por una ley que permite la extradición de personas a las que el régimen de Pekín acuse
Indonesia. Un código penal demasiado punitivo. Miles de personas se congregaron en Yakarta y cargaron contra el cordón policial en protesta por un nuevo código penal.
Entre otras medidas, prohíbe y persigue las prácticas sexuales fuera del matrimonio e impone seis meses de arresto a parejas no casadas que vivan juntas.
Holanda. Protestas de granjeros y agricultores. Cientos de ellos bloquearon las principales vías rodadas con sus tractores.
La Haya se mantuvo aislada el 1 de octubre.
Llegaron a las cercanías del Parlamento en protesta porque varios de los diputados acusaron al sector primario de ser causantes de las altas emisiones de CO2.
Promovieron el cierre de sus granjas e instalaciones agrícolas.
Francia. Los ‘chalecos amarillos’ mantienen activas sus reivindicaciones. La llama de réplica a las políticas liberalizadoras del presidente Emmanuel Macron.
Rusia. Por los arrestos de manifestantes. Detrás de ellos está la intensa oleada de arrestos por parte de la policía antidisturbios del Kremlin.
Miles de personas salen a las calles en petición de la liberación de los detenidos en las manifestaciones masivas del pasado verano.
En la que se llegaron a congregar más de 60.000 personas en Moscú. Las protestas se han intensificado desde la reelección de Vladimir Putin en 2021.
Perú. Crisis democrática de final incierto.
Desde que el presidente Martín Vizcarra disolviera a comienzos de octubre el Parlamento, después de meses en los que sus esfuerzos para eliminar la corrupción no dieran sus frutos.
Las formaciones de derecha elevaron el tono para exigir una reacción contundente de las fuerzas de seguridad.
Haití. Contestación a la presidencia del país. La nación más pobre de América Latina no parece simpatizar precisamente con su presidente, Jovenel Moïse.
Las protestas, de tinte violento y que empezaron el 25 de septiembre, cuando en un discurso a la nación llamó a la unidad y descartó su renuncia al poder.
Mientras, los haitianos soportan la carencia de alimentos, de combustible y de electricidad, con constantes cortes en las redes de suministro.
Egipto. La Sociedad egipcia, contra el autoritarismo de Al-Sisi. El país de los faraones atraviesa por una segunda fase de revueltas populares contra el autoritarismo del presidente Abdel Fattah Al-Sisi.
Empezaron el 20 de septiembre, contra la prohibición al derecho de manifestación, que han generado graves consecuencias económicas }
Durante el periplo presidencia de Al-Sisi, el Gobierno de El Cairo ha encarcelado a figuras de la oposición e intervenido medios de comunicación.
Unos 2.000 manifestantes han sido detenidos y las redes sociales, como Twitter, desconectadas.
Líbano, en plena crisis monetaria. A los trece días de protestas generalizadas en Beirut, la gran reivindicación social, la caída del Gobierno de unidad nacional, se ha consumado, con la renuncia del primer ministro libanés, Saad Hariri.
El estallido social se produjo el 29 de septiembre, según señala Associated Press.
Las revueltas acusan al Gobierno de ser el responsable de los problemas de una economía que ha sido equiparada a lo largo de varias décadas como la Suiza de Oriente Próximo.
Siria. La población kurda, en plenos ataques militares turcos y rusos, protesta por su exclusión del comité de Naciones Unidas encargado de la reedición de la Constitución siria.
El anuncio de esta mesa negociadora, estrenada el 23 de septiembre, incluye entre sus miembros al Gobierno de Al Asad, a 150 representantes de la sociedad civil y a líderes opositores.
Ankara considera grupo terrorista a las formaciones de origen kurdo, cuya comunidad se extiende por regiones de Turquía, Siria e Irak.
El secretario general de la ONU, el portugués, António Guterres, definió a este comité como “un paso hacia adelante en el difícil camino para la resolución del conflicto” sirio.
Irak. Revueltas contra la corrupción. Dirigidas hacia el primer ministro, Adel Abdul Mahdi y su gabinete.
Que se ha saldado con varias decenas de muertos desde su inicio, el 1 de octubre.
Israel. Hospitalización por supuestos malos tratos a un detenido palestino.
En el más candente e histórico de los conflictos internacionales, cualquier detonante, enciende las hostilidades.
En esta ocasión, la mecha prendió por la hospitalización de un detenido palestino acusado por las fuerzas armadas israelíes de ser el artífice del asesinato de un joven hebreo de 17 años en uno de los asentamientos de la Franja de Gaza.
EEUU. Trabajadores del automóvil, en huelga. Durante dos semanas, el periodo más largo de reivindicación laboral desde 1982 en la mayor economía del planeta.
Trabajadores del sindicato United Auto Workers (UAW), bajo el protagonismo de empleados de General Motors, iniciaron al inicio de octubre una protesta por la decisión de la multinacional de despedir a enviar al paro a casi 50.000 miembros de su plantilla.
Chile. Oleadas masivas contra el aumento de la desigualdad. También por el estancamiento de los salarios y el efecto sobre la población del alza en el precio de los carburantes.
El detonante fue, sin embargo, el aumento del billete de metro.
Los movimientos estudiantiles fueron los que propagaron las revueltas, que se han prolongado a lo largo de octubre.
El tono de las manifestaciones se hizo más contundente, al incorporar en sus reivindicaciones el final del sistema privado de pensiones que rige en el país desde tiempos de la dictadura.
Tampoco las disculpas soterradas, pero oficiales, de Piñera ni la posterior remodelación de su gabinete ha apagado el fuego de unas protestas que se han saldado con 11 muertos.
Casi 200 manifestantes detenidos y 57 policías heridos. La lucha prosigue.
Piñera se ha visto en la obligación de renunciar a la organización de la cumbre del Clima, que se trasladará a Madrid.
Ecuador. Lideradas por las comunidades indígenas. Diez días, en la primera quince de octubre, que puso en situación límite al Gobierno de Lenín Moreno.
Protestas contra los ajustes y, más en concreto, por la decisión del Ejecutivo de suspender las subvenciones a los hidrocarburos.
En la que hubo jornadas de huelga general. A las revueltas se sumaron sindicalistas, estudiantes y organizaciones próximas al anterior jefe del Estado, Rafael Correa.
Instituciones internacionales han criticado la represión policial. Moreno llegó a trasladar la capital de Quito a Guayaquil y a imponer el toque de queda. Pero las manifestaciones dieron sus frutos.