Preservar maíz a la Constitución: Nadie puede intervenir sobre eso, porque es un derecho y una obligación de las mexicanas y de los mexicanos: Sheinbaum
Regeneración, 23 de diciembre de 2024. La presidenta de México reiteró que es un derecho y una obligación de México preservar al maíz por su importancia cultural, económica y social.
Y es que durante la Mañanera, Sheinbaum fue interrogada sobre el tema del maíz transgénico y el fallo en contra de México en el marco internacional.
Maíces
Así, precisó que «uno es la importación de maíz, particularmente, amarillo porque es el maíz que se importa y que es principalmente para consumo animal».
Entonces «es una parte, digamos, la parte de comercio y de importación de maíz amarillo».
«La parte que es fundamental proteger es la siembra de maíz en México. La siembra de maíz en México todavía en una parte muy importante de nuestro país es con maíz criollo».
Al tiempo que la presidenta de México, recordó que el maíz no surgió de manera silvestre.
Esto es, que las investigaciones hasta ahora, aunque hay distintas teorías, «una de las teorías es que fue la domesticación del teocintle lo que dio esta planta maravillosa».
Y mismo que «tiene muchísimas variedades: el maíz azul, el maíz… bueno, hay cientos de variedades que están reconocidas por las investigaciones mexicanas».
Además, «Y también «como parte de la biodiversidad genética del mundo», porque hay diversas formas de biodiversidad, una de ellas es la biodiversidad genética, aclaró la científica Sheinbaum.
Nuestro maíz: Sheinbaum
Entonces, la domesticación del maíz por parte de los primeros pobladores de Mesoamérica fue lo que produjo las diversas variedades del maíz.
«Que permiten sembrarse y dar producción en distintos, distintas alturas, esa es una de las grandes virtudes del maíz», subrayó la presidenta.
Entonces, hay que protegerlo, por «la biodiversidad, por su diversidad genética, pero también culturalmente».
Esto, «porque México está ligado intrínsecamente, culturalmente, por nuestro origen, por lo que son los pueblos originarios de ayer y de hoy y la resistencia, con el maíz».
El maíz es México, por eso se dice: “sin maíz no hay país”.
Entonces, proteger para que aquí en México no se siembre maíz transgénico «es fundamental. Ya hay decretos, pero ahora queremos llevarlo a la Constitución».
Y que quede muy claro que en «México está prohibido sembrar maíz transgénico».
Además
Por otro lado, cuando fui secretaria de Medio Ambiente, con AMLO gobernante de Ciudad de México, «se hizo un decreto para que en la ciudad no se sembrara maíz transgénico».
Y ahora que fui Jefa de Gobierno se trabajó en “Bancos de Germoplasma” —se llama—, «es decir, para guardar las diversas variedades del maíz».
«Vamos a trabajar también en ello, y en la identificación de si hay contaminación de maíz transgénico en nuestro país».
«¿Qué virtud tiene el maíz criollo? Pues que es productivo», reiteró Sheinbaum.
Es decir, se guarda una parte de la semilla se guarda y se vuelve a sembrar y a utilizar en la siguiente cosecha.
«Eso es muy importante, porque no depende el campesino de comprarle a una empresa transnacional la semilla».
Entonces, conservar el maíz en México «no transgénico es algo obligatorio para todas y todos los mexicanos, y eso es lo queremos principalmente que quede en la Constitución.
Seguidamente, asentó:
«Nadie puede intervenir sobre eso, porque ese es un derecho y una obligación de las mexicanas y de los mexicanos.
Centro de domesticación
Por otra parte el director del Instituto de Antropología, Diego Prieto, recordó aspectos centrales de la cultura del maíz.
«México es uno de los ocho centros de domesticación de gramíneas a nivel planetario, y esto se hizo a partir de un proceso largo de milenios».
Así, los grupos humanos que habitaban en esta parte del continente progresivamente mediante un proceso de selección cultural, no natural, recuperaron «los granos que iban siendo crecientemente más fijos, más grandes».
Evidentemente, de una pequeñita planta, que es el teocintle, pasamos a lo que es ahora la mazorca.
Y esto se da de la mano de un portentoso sistema agroalimentario que se llama milpa, «que tiene tres componentes fundamentales»:
El maíz, que —como bien ha dicho la señora Presidenta— es una planta que no surge de manera espontánea, es una planta construida por el ser humano.
Es decir, «creada por los grupos humanos que poblaban esta parte del territorio americano, que en el siglo pasado le llamaron Mesoamérica».
Pero que va de la mano con «el frijol y la calabaza que en algunos pueblos constituyen una suerte de trinidad sagrada», apuntó el antropólogo ante Sheinbaum.
Y además, de muchas otras plantas: «el chile, los quintoniles, el amaranto, los nopales, los agaves y, dependiendo de las situaciones climatológicas otras plantas que se integran a las milpas».
Seguidamente, puso como el cacao en la parte del sureste mexicano, y otras, otras más.
Pero, además, junto con ello, «también prevalecen animales, como es el caso del guajolote, animales que forman parte de este policultivo que se llama milpa».
La milpa le ha dado al mundo más del «15 por ciento de los alimentos que consume la humanidad entera. ¿Que sería, por ejemplo, de la cocina italiana sin el jitomate que también es milpa?».
Defender maíz
De manera que tenemos que defender «el maíz, tenemos que defender la milpa y tenemos que defender la milpa en toda su diversidad».
Seguidamente el antropólogo explico a los medios de comunicación la importancia del manejo sostenibles de este grano nacional.
Hay una variante de la milpa que además es Patrimonio de la Humanidad, «que es la milpa chinampera, que prospera en el sur de la Ciudad de México».
«Como bien dijo nuestra Presidenta, desde que ella fue secretaria de Medio Ambiente en la Ciudad de México se ha defendido y que, por supuesto, está amenazada por el crecimiento urbano».
La milpa chinampera se considera uno de los sistemas agrícolas «más productivos de la historia de la humanidad».
De manera que esto, además es ya reconocido como Patrimonio de la Humanidad.
Y lo que se está haciendo cuando se habla de impedir que prospere la siembra de maíz transgénico es defender, no solo el patrimonio de México, “porque sin maíz, no hay país”, sino defender un Patrimonio de la Humanidad.
Le estamos haciendo un bien a la humanidad, a la historia de las culturas en el mundo entero, en el planeta, reiteró ante Sheinbaum.
Finalmente, indicó que es «por lo tanto, también es una contribución para evitar fenómenos catastróficos como el que llamamos el cambio climático».
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