Cazar ballenas, casi un orgullo nacional en Japón

Japón reanudó la caza de ballenas, actividad prohibida por tres décadas. Ahora su carne no tiene demanda

El japonés medio consume hoy 40 gramos anuales de ballena

Regeneración, 2 de julio del 2019. Para los cazadores ha sido todo un éxito el inicio de la caza de ballenas en Japón después de 30 años de prohibición.

La carne de ballena era una fuente de proteína vital después de la Segunda Guerra Mundial.

Actualmente, según el gobierno no es muy consumida por los japoneses. Aunque para los cazadores es casi un orgullo volver a su trabajo.

La relación de los japoneses con las ballenas se puede calificar de controvertida. La caza de la ballena fue prohibida en 1986 por la Comisión Ballenera Internacional.

Decisión inaceptable

Japón, como miembro de la Comisión, dejó de permitir la caza. Mitzuhiko Maeda, un antiguo cazador, dijo que en aquel momento la prohibición les afectó.

“La prohibición fue una decisión inaceptable porque de pronto nos quedamos son trabajo”, señaló Maeda.

En el 2018, Japón anunció su repentino retiro de la Comisión Ballenera Iternacional. A partir de ahora sus pescadores podrán operar dentro de sus aguas territoriales.

Tendrán un radio de 370 kilómetros sin mayores restricciones que las marcadas por el gobierno nipón.

Su objetivo es capturar a más de 250 ejemplares anualmente, y potenciar su venta en las lonjas locales.

Ya no es tan popular

La carne de ballena ha dejado de ser popular en Japón. Su consumo se ha desplomado durante las últimas décadas.

Tan sólo 3 mil toneladas se consumieron en el 2018, muy lejos del pico de las 233 mil  registradas en 1962.

La ballena ha desaparecido de la gastronomía nipona, y el japonés medio sólo consume 40 gramos anuales.

Su caída coincide con un retroceso del pescado en la dieta nacional: Japón consume hoy 24 kilos de pez per cápita, frente a los 31 de carne.