Primera vez que UNESCO entrega registro de Memoria del Mundo a un pueblo, no a una institución; códice Cuaxicala resguardado 500 años por comunidad
Por Leticia Ánimas
Regeneración, 7 de mayo del 2018. Huauchinango, Pue.- Como un documento “vivo”, calificaron Catherine Bloch presidenta del Comité Mexicano Memoria del Mundo de la UNESCO, al Códice de Cuaxicala, al entregar por primera vez a este reconocimiento a la comunidad del poblado huauchinanguense que ha resguardado el pergamino por más de 500 años y Jerry Offner, estudioso del mismo.
Con un saludo a los cuatro rumbos, el sonido profundo de un caracol, un ritual de enfloramiento y la realización de una caminata para recordar la peregrinación de 24 sabios a los que anteceden decenas de tlatoanis con los que inicia el Códice, los habitantes de las cañadas de Cuaxicala dieron la bienvenida a sus visitantes a la fiesta en la que además de exhibir el antiguo documento, interpretaron las danzas de los Moros y Cristianos, los Negritos, Los Charros, como muestra de la vitalidad de su cultura.
Durante la ceremonia realizada en el marco de la fiesta patronal dedicada a Santa Mónica en el pequeño asentamiento nahua ubicado en el cerro del Yelotépetl, la funcionaria del organismo internacional agradeció a los pobladores el cuidado que han dado al documento durante tantos siglos e indicó que es la primera vez que se entrega el registro a “un pueblo, no a una institución”.
“Eso –dijo Bloch- me emociona mucho porque es prueba de lo viva que está la historia de México, la historia de Cuaxicala y me emociona mucho entregar este registro, que significa que el Comité de Memoria del Mundo, reconoce el valor único de este Códice. Reconoce su valor universal, su valor como un documento que ha servido a muchos investigadores, pero que debe servir más como instrumento de historia para los jóvenes de Cuaxicala y para todos nosotros”.
En el mismo sentido, el antropólogo Jerry Offner, del Museo de Historia Natural de Houston, Texcas y autor del “Segundo Vistazo” al Códice, felicitó a Cuaxicala porque a diferencia de otros pueblos, todavía lo tiene en su poder.
“Otros han perdido su tlalamatl (papeles de la tierra), como Tenochtitlán, como Texcoco, como Tepexpan, pero la gente de Cuaxicala, siguiendo las enseñanzas de sus abuelitos, durante casi cinco siglos, todavía tiene su Códice, que sirve para unir a la comunidad, para mostrar su solidaridad, para defender sus tierras, sus aguas, sus manantiales y sus recursos”, agregó.
Fue Gustavo González Hernández, la autoridad comunitaria, quien agradeció la presencia de Bloch, de Katleen y Jerry Offner, del alcalde de Huauchinango, Gabriel Alvarado Lorenzo.
Jerry Offner, indicó, nos dio una plática sobre el Códice de Cuaxicala. “Nos mostró la importancia del contenido para la defensa de nuestras tierras, de nuestra identidad, de nuestra historia y sobre todo, para instruir a nuestros jóvenes y a los niños en el amor por nuestro pasado, nuestro presente y nuestra gloriosa cultura”, y agradeció a los cuaxicalenses por la autorización y el acompañamiento que dieron a la gestión del reconocimiento.
Quien cerró la ceremonia fue el alcalde huauchinanguense, Gabriel Alvarado Lorenzo, quien reconoció el privilegio de reconocerse en el paso de los primeros habitantes de esta serranía y seguir cuidando y defendiendo la historia y la identidad del pueblo.
EL CÓDICE
El Códice de Cuaxicala representa la historia de esta región tanto antes como después del contacto con los españoles y contiene evidencia vital sobre sus orígenes y sus interacciones históricas.
Están representados algunos de los más importantes gobernantes indígenas, como Nezahualcóyotl y Moctezuma II. Contiene ejemplos de sofisticados glifos nahuas, algunos legibles en otros idiomas indígenas, probablemente totonaco.
La durabilidad de su soporte y pigmentos son testimonio de la alta tecnología de la comunicación gráfica nahua en el momento del contacto con los españoles.
Sirve, además como recuerdo y guía de muchos relatos heroicos de la región y las decisiones tomadas por los gobernantes y la gente común, y sus consecuencias.
Históricamente se ha utilizado para proteger los derechos a la tierra, al agua y la defensa de la montaña Yelotépetl ante los proyectos de muerte. También ha servido para instruir a los jóvenes en la historia de sus antepasados para una vida adecuada y una sabia toma de decisiones.
El códice pintado sobre piel de origen animal (problablemente de venado) mide poco más de 6 metros de largo por 18 centímetros de ancho, tiene 25 secciones y nueve bandas de cuero cocidas con hilo de fibra natural y cubre un periodo de 102 años -en calendario mesoamericano- de 1431 (nahui acatl, cuatro carrizo) a 1533 (yiyi calli, tres casa).
Probablemente fue pintado poco antes de la primera mitad del siglo XVI. Las glosas latinas que contiene fueron añadidas posteriormente.
Aunque hubo algunos intentos de compra del Códice, la gente de Cuaxicala siempre se opuso. Su registro ayudará a su conservación, a su mejor resguardo, a su digitalización con alta tecnología para su difusión a todo el mundo.