La UNAM ha llevado a cabo investigaciones sobre las propiedades del venenos de los alacranes con el objetivo de construir una nueva generación de antibióticos.
Regeneración, 18 de agosto de 2017.- La prevalencia anual en México por intoxicación a causa de picaduras de alacrán circunda los 300 mil casos, de los cuales el estado de Jalisco encabeza la lista de entidades con mayor número, donde se contaron alrededor de 50 mil afectados tan solo en 2016.
Estas cifras convierten el alacranismo en un importante problema de salud pública que, de acuerdo con la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), los casos presentados cada año en el país requieren de un esfuerzo y gran inversión de parte del sistema de salud.
La máxima casa de estudios, a través del Instituto de Biotecnología (IBt), ha llevado a cabo investigaciones que profundizan en las propiedades del veneno de los alacranes con el objetivo de crear nuevas fuentes de tratamiento contra los piquetes de este arácnido, así como diferentes enfermedades.
Avances
Cabe destacar que algunos de sus avances han sido el descubrimiento de péptidos y proteínas en el mismo veneno del alacrán que cumplen con funciones antibióticas, por lo tanto, la importante acción farmacológica que esto representa podría constituir una nueva generación de antibióticos.
La patente ya ha sido otorgada y está actualmente licenciada a una empresa mexicana, Laboratorios Silanes, SA de CV, con el objetivo de que la idea sea explotada comercialmente y haya suficiente producción y venta de medicamentos con los péptidos.
En entrevista para Conacyt, los doctores Lourival Domingos Possani Postay y Gerardo Corzo Burguete, son los autores de esta serie de investigaciones y explicaron cual es la importancia de este reconocimiento, ademáss del futuro de dichos proyectos.
Nueva generación de antibióticos
El investigador Lourival Possani, quien es miembro emérito el Sistema Nacional de Investigadores (SNI) dijo que cuentan con varias patentes relacionadas con los componentes del veneno de alacrán.
“Lo que se hizo fue reproducir las toxinas del veneno de alacrán usando tecnología de ADN recombinante, es decir, por medio de ingeniería genética aquí en el laboratorio”, informó.
A través de la expresión de proteínas muy parecidas a la toxina real del alacrán, pudieron reproducir antivenenos que reconocen y protegen contra el veneno de alacrán.
“Con esto se pueden crear nuevos fármacos que protegen contra la picadura”, comentó Lourival Possani.
El especialista hizo saber que sólo utilizan algunos componentes del veneno, los cuales son pocos y relevantes para la salud humana, con los que han direccionado sus esfuerzos de investigación.
Tras largas investigaciones, se encontró que los péptidos del veneno de alacrán tienen función de antibiótico y estos no son tóxicos pues el alacrán los ocupa para defenderse de bacterias y microorganismos que son característicos de su hábitat.
Con información de: Agencia Informativa Conacyt