Ejidatarios de Carrizalillo cierran mina canadience

• Es la mina de oro más grande de Latinoamérica

Dueños de la tierra exigen a la Gold Corp. pago justo

• Concluyó anteayer el convenio que regía desde 2007; ninguna de las partes cede en sus pretensiones

Regeneración. Abril 2, 2014 Carrizalillo, Guerrero.- Siete años después, los ejidatarios de Carrizalillo repitieron la estrategia por un nuevo convenio de arrendamiento de las mil hectáreas del núcleo ejidal; a las 6 horas pararon las actividades de la trasnacional Gold Corp que desde 2007 explota anualmente 330 mil onzas de oro de la mina de Los Filos-El Bermejal, ejido de Eduardo Neri.

Los ejidatarios buscan que el nuevo convenio con la empresa minera de registro en Canadá establezca cuatro onzas de oro anual por cada hectárea rentada, en lugar de las 2.5 onzas que le pagó hasta el último año de convenio, que terminó ayer, y 1.8 por ciento de la producción total de la minera en oro, plata y zinc, que también explotan.

Mina
Julio Peña Celso de la Comisión Negociadora de Ejidatarios

La minera, según Julio Peña Celso, integrante de la Comisión Negociadora de Ejidatarios, sólo les ofrece 3.5 onzas de oro por hectárea en un convenio de 10 o 15 años más, negándoles la posibilidad de que ingresen a los beneficios de la producción total (330 mil onzas de oro), y los habitantes respondieron que cuatro onzas pero sólo por un año. El precio de la onza de oro hoy es de mil 284.08 dólares, o sea 16 mil 772. 82 pesos.

Los acuerdos se negaron de uno y otro lado, y el bloqueo de los trabajos fue la decisión de los ejidatarios.

Negocios con Luismin

El 1º de abril de 2007, después de 83 días de movimiento, los ejidatarios le arrancaron al corporativo Luismin un convenio de 13 mil 500 pesos por hectárea, que sumaba por todo el ejido en renta 13 millones 950 mil pesos, en lugar de los 800 mil que recibían al año por la primera etapa (exploración).

El presidente de los bienes ejidales de Carrizalillo, Roberto Guzmán Montiel, comentó que 12 años atrás de 2007, las empresas mineras comenzaron a explorar los cerros de Carrizalillo, pero trataron con Luismin, corporativo que comenzó a pagarles 200 mil, después 250 mil, 300 mil.

Gold Corp adquirió los derechos de Luismin (San Luis) y de Nukay, ambos corporativos que iniciaron explorando las tierras del ejido de Carrizalillo.

Miguel Ángel Mijangos Leal, integrante de la organización Procesos Integrales para la Autogestión de los Pueblos (Piap), quien acompaña a los ejidatarios en su proceso, aclaró que aunque Gold Corp tiene todos los derechos de Luismin, con quien pactaron convenio, la filial simplemente podría declararse en quiebra y afectar a los ejidatarios.

Con algunas protestas más, al valorar que el precio de la onza durante 2008 y 2009 se elevó a alturas inimaginables, los ejidatarios arrancaron en ese último año que la empresa pagara a 2.5 onzas de oro por hectárea cada año.

El núcleo ejidal de mil hectáreas (de esas 360 parcelas) lo representan 179 ejidatarios. Varios de ellos, con su familias completas, a las 10 de la mañana ya acampaban a la entrada de Carrizalillo para esperar el acuerdo. Lonas, mantas y hamacas colgadas e improvisadas, hornillas de cocina formadas con piedras, eran características del lugar.

Ningún trabajador, directivos, ingenieros, químico, obreros (muchos de ellos, originarios de Carrizalillo, y sumados al movimiento), pudieron pasar a los cerros de donde se extrae oro, plata y zinc, en El Bermejal y Los Filos.

El procedimiento de la minera al extraer minerales, explicó Mijangos, ha puesto al descubierto otros elementos químicos que en contacto con el oxígeno y agua son altamente tóxicos, como el mercurio, manganeso, cadmio, cianuro, mercurio y cadmio, entre otros.

El centro del cerro destazado existe una especie de desnivel al centro, el cual es un banco de sulfuro, y sirve para fabricar el ácido sulfúrico, que también es tóxico, explicó el activista. Cualquier viento y lluvia, incluso disperso, advirtió, pone en contacto humano los electos tóxicos

De camino hacia Carrizalillo, desde Mezcala, un pueblo antes, la tierra se ve seca, y los árboles de vez en vez, carentes, quizá porque el clima es de extremo calor, pero el agua, abundante, porque el río Balsas atraviesa por el lugar y al menos seis manantiales en la parte más alta, pero para consumo utilizan agua purificada y embotellada.

La Jornada de Guerrero / Imagen: Apro