En Tizimin, Yucatán, empresa Enerall, destruyó tres vestigios y habría enterrado clandestinamente 4.5 toneladas de fertilizantes; denuncia UNORCA
Regeneración, 30 de abril del 2018. Pablo Duarte Sánchez, coordinador estatal de la Unión Nacional de Organizaciones Regionales Campesinas Autónomas (Unorca), manifestó que la destrucción arqueológica y ecológica que realizó la empresa Enerall en tierras de Tizimín es muestra de que los grandes capitales destruyen lo que sea con tal de obtener jugosas ganancias.
El periodista local Joaquín Chan relató que el líder de la Unorca señaló que “el desarrollo con grandes capitales implica destrucción. A los empresarios les vale un comino la cultura, la depredación y la historia”, señaló. “Lo que buscan es una ganancia extrema, y el devastar para crear su negocio es porque creen que eso es lo justo para ellos”.
A los campesinos no les hacen caso
El líder de la Unorca se preguntó dónde está el gobierno para que aplique las leyes. Si un pequeño productor ocasionara una cuestión de ese tipo, seguro ya estaría en la cárcel; si ve a un campesino que corta leña, seguro lo encarcela, pero al gran empresario que destruye se le premia; dijo en entrevista a Yucatán.com
Las grandes empresas tienen todo el apoyo y el dinero para sus proyectos porque la lógica del gobierno es ser su aliado, dijo, y por ello las dependencias operan a favor de los grandes capitales que llegan al Estado.
“Destruyen por su interés de ser más ricos, destruyen la cultura, ecología, historia y la vida con tal de ganar”, dijo. “El campesino siente impotencia, no le hacen caso”.
El dicho del representante de la Unorca ha sido reafirmado en diarios locales, ya que campesinos indígenas de la zona de Tizimin han reportado las agresiones contra la naturaleza realizada por la citada empresa.
Así mismo se ha subrayado la inacción por parte de las autoridades.