En defensa de las normales rurales

Episodios de la historia de México
Por Luz Nieto

Narciso Bassols, Lázaro Cárdenas e Ignacio García Téllez consolidaron las escuelas normales rurales. Siguiendo las líneas de la tradición pedagógica nacional, abrieron espacios públicos de formación profesional, intelectual y política de maestros de educación indígena y rural. Ellos serían organizadores de indígenas y campesinos; divulgadores del pensamiento social más avanzado; traductores de lenguas originarias y salvaguardas de los saberes, identidades y derechos de los pueblos. Estos maestros se encargarían de la alfabetización y educación básica de los pueblos más pobres del país, una responsabilidad del Estado.
    
            Estimo que el Gobierno de la Revolución debe seguir prestándole (a las comunidades indígenas) su apoyo moral ilimitado, y poniéndoles a su servicio la ayuda material que se haga indispensable, para incorporarlas definitivamente a nuestra civilización, borrando las características de parias que por desgracia todavía conservan(…) para darles atributos que (…) les corresponden a todos los seres humanos… (Lázaro Cárdenas, campaña presidencial, 1934).
 
La persecución y el asesinato de normalistas de Ayotzinapa hoy, tristemente, es resultado de la perversa conjunción del olvido de nuestra historia; de la ignorancia y desdén gubernamental por los pueblos originarios; la barbarie e impunidad de los cuerpos policíacos, tanto federales como locales; la persistencia del sistema de corrupción del que se beneficia una cúpula sindical; y la guerra declarada en contra de la educación indígena y rural, en la que las instrucciones del Banco Mundial se confunden con el desprecio a los jóvenes, el racismo y la intolerancia en contra de quienes resisten. Es urgente que se haga justicia verdadera: los muertos de ayer y hoy claman por una educación al servicio del pueblo.
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