Familia Madero orgullosa de su hijo 29, le pusieron Francisco Ignacio

Madero promueve el proceso revolucionario a partir de oponerse a la reelección del dictador Porfírio Díaz, con lo que despertó a un pueblo

Regeneración, 30 de octubre de 2019. Francisco I. Madero nace el 30 de octubre de 1873 en la Hacienda del Rosario, Parras de la Fuente, Coahuila. Primogénito de Francisco Madero y Mercedes González. Es criado en el seno de una familia propietaria de haciendas, minas y otros negocios.

Considerado el iniciador de la revolución mexicana por algunos historiadores, lucho contra la reelección de Porfirio Díaz y despertó a la lucha democrática a millones de mexicanos.

Formación

El prócer de la revolución y de la democracia tiene una fuerte formación en Europa y Estados Unidos.

Aprende al principio con preceptoras particulares, posteriormente ingresó al colegio jesuita de San Juan Nepomuceno, en Saltillo.

En 1886 estudia en el Saint Mary’s College, Estados Unidos.

Posteriormente, asistió al Liceo de Versalles y a la Escuela de Altos Estudios Comerciales, en París. Después, prosiguió sus estudios en el Departamento de Agricultura de la Universidad de California.

Dedicado a la agricultura en su ciudad natal, Madero impuso nuevos sistemas de cultivo.

Casado con Sara Pérez Romero en 1903. Primero por lo civil, y un día después, el 27 de enero, en ceremonia religiosa. El matrimonio no tuvo hijos.

Carrera Política

Funda Madero la Escuela Comercial de San Pedro y en 1904, dio comienzo a su carrera política.

Es nombrado presidente del Club Democrático en Coahuila, y escribió artículos políticos en el periódico El Demócrata.

A pesar de que nace en el seno de una familia de terratenientes, defendió la reforma política y agraria.

Crítico del régimen dictatorial del presidente Porfirio Díaz, publicó La sucesión presidencial en 1910, en la que instaba a los votantes para que no se produjera su reelección.

El libro es prohibido, pero le convirtió en el principal oponente político del presidente.

Madero es encarcelado durante la campaña para las elecciones presidenciales de 1910 tras ser acusado de incitar una rebelión.

Porfirio Díaz se alzó con la victoria. Fue puesto en libertad en noviembre de 1910 y escapó a Texas dando inicio a las hostilidades contra Díaz que supusieron el inicio de la Revolución Mexicana.

Proclama el Plan de San Luis, en el que llamaba a levantarse en armas contra el gobierno el 20 de noviembre de 1910 a las seis de la tarde.

Dos de sus hermanos tomaron parte activa en la Revolución: Raúl y Gustavo.

Regresa a México y participó en una campaña militar que culminó con la toma de Ciudad Juárez en mayo de 1911.

Después de la renuncia de Díaz, Madero se convierte en el máximo candidato para ocupar la presidencia y en las elecciones de noviembre de 1911 fue elegido presidente de México.

Tomó posesión como Presidente de la República el 6 de noviembre de 1911. Permaneció en el cargo hasta el 19 de febrero de 1913.

Se le dio el apodo de “Presidente Pingüica” a Madero a causa de su estatura.

No fue capaz de llevar a cabo ninguna de las reformas políticas y sociales que había prometido debido a la oposición de algunos de sus partidarios y a sus propias limitaciones administrativas.

Madero sobrevive a varias insurrecciones, pero en 1912 estallaron rebeliones en el norte y en el sur de México protagonizadas por Pascual Orozco y Emiliano Zapata.

En febrero de 1913, el comandante en jefe del Ejército el general Victoriano Huerta, ordena su prisión y le obligó a renunciar.

El general Aureliano Blanquet aprehende personalmente a Madero el 18 de febrero de 1913.

Pesaba sobre él la versión de que en su juventud, se había encargado de darle el tiro de gracia al emperador Maximiliano.

Pocos días después, el 22 de febrero de 1913, Madero fue asesinado junto al vicepresidente José María Pino Suárez en Ciudad de México, cuando era trasladado a la penitenciaría de Lecumberri.