Investigación revela que el LSD unifica funciones del cerebro

“El cerebro bajo la influencia del LSD recuerda el estado de cuando éramos niños: libres y sin restricciones”, asegura la investigación liderada por Robin Carhart del Imperial College London

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Regeneración, 13 de abril 2016.-  Después de 40 años, nuevamente un científico fue autorizado para probar LSD en humanos, se trata de Robin Carhart-Harris, investigador del Imperial College London, quien encontró que la sustancia vuelve al cerebro más completo.

Esta droga integra partes del cerebro que normalmente separan funciones, por ejemplo, la visión y el movimiento, creando un cerebro más unificado, aseguran los investigadores, quienes también descubrieron que las personas que tienen alucinaciones inducidas por la droga ven con otras partes del cerebro, no únicamente con la corteza visual, la cual es activada con la visión normal.

Precisamente estos efectos, podrían explicar los sentimientos religiosos que las personas reportan con frecuencia tras haber ingerido la droga, lo cual, de ser cierto, respondería algunas de las preguntas más profundas sobre la cultura de las drogas, además de que las consecuencias sobre el bienestar de una persona podrían perdurar largo tiempo después de que los efectos del LSD hayan desaparecido.

Nuestro cerebro normalmente, consta de redes independientes que realizan funciones especializadas por separado, visión, movimiento, audición y otras más complejas como la atención, explicó Robin Carhart Harris en un comunicado. “Sin embargo, bajo el LSD esta capacidad de las redes de trabajar por separado se rompe y en cambio vemos un cerebro más integrado o unificado”.

“Nuestros resultados sugieren que este efecto subyace en el profundo estado de conciencia alterada que las personas describen durante una experiencia con LSD. También se relaciona con lo que a veces las personas llaman ‘egodisolución’, la cual significa que el sentido normal del ser se rompe y es remplazado por un sentido de reconexión con ellas mismas, con otros y con el mundo natural.

A veces esta experiencia se enmarca en forma religiosa o espiritual, y parece estar asociada con mejoras en el bienestar después de que los efectos de la droga se han extinguido”.

Cuando se descomponen las restricciones que mantienen separadas partes del cerebro, las drogas sicodélicas devuelven al usuario a un estado de “infancia”, indican los investigadores en un trabajo publicado en los Anales (Proceedings) de la Academia Nacional de Ciencia de Estados Unidos.

Nuestro cerebro se va  dividiendo en compartimentos conforme vamos creciendo y pasado de la niñez a la edad adulta, por eso, podemos volvernos más enfocados y rígidos en nuestro pensamiento a medida que maduramos, aclara el Dr. Carhart-Harris.

“En muchas formas, el cerebro bajo la influencia del LSD recuerda el estado de cuando éramos niños: libres y sin restricciones”, acota.

Estos efectos pueden ser estimulados aún más con el uso de la música, según resultados del mismo estudio que fueron publicados en la revista European Neuropsychopharmacology.

Oír música bajo la influencia del LSD hace que la corteza visual reciba información de la parte del cerebro que normalmente se encarga de las imágenes mentales y la memoria, mientras más lo hacía, más reportaban las personas tener visiones complejas, incluso de periodos tempranos de su vida.

Por su parte, el profesor David Nutt, director de neurosicofarmacología del Colegio Imperial de Londres y ex asesor del gobierno británico en materia de drogas, además de ser uno de los principales investigadores del proyecto, afirmó: “Los científicos hemos esperado 50 años este momento: la revelación de cómo el LSD altera la biología del cerebro. Por primera vez podemos ver lo que en realidad ocurre en el cerebro en estado sicodélico, y podemos entender mejor por qué el LSD tuvo un impacto tan profundo en la conciencia de sí mismo en los usuarios, así como en la música y el arte. Esto podría tener grandes implicaciones para la psiquiatría y para ayudar a pacientes a superar condiciones como la depresión”, añadió.

Nutt fue destituido como presidente del consejo asesor sobre drogas en 2009, tras aseverar que sustancias como el éxtasis y el LSD son menos dañinas que el alcohol o el tabaco.

Estos hallazgos pueden resultar polémicos, pues algunos de los participantes sugieren que podrían mostrar cómo usarse esta sustancia para sanar y encontrar nuevas formas de conocimiento y con el tiempo, utilizarse para el tratamiento de trastornos psiquiátricos.

Amanda Feilding, directora de la Fundación Beckley, afirmó que “por fin estamos descubriendo los mecanismos cerebrales que sustentan el potencial del LSD, no sólo para curar, sino también para profundizar nuestra comprensión de la conciencia en sí”.

La investigación se basó en observar a 20 voluntarios, los cuales recibieron tanto LSD, como placebo y los cuales fueron diagnosticados como psicológica y físicamente sanos.

Con información The Independent.