…los migrantes en la caravana que entran a México son trasmigrantes, esto significa que van a EU o Canadá, al ser rechazados generan una población volátil
Por Sergio Morales Ruiz
Regeneración, 19 de marzo de 2019. Entrevista al Dr. Miguel Ángel Cordero, catedrático de la UNACH, Facultad de Derecho, maestro en Derecho migratorio y derecho procesal constitucional. Es presidente del consejo directivo local de la Cruz Roja Mexicana en San Cristóbal de Las Casas, Chiapas.
La migración es un tema que no ha estado en la agenda nacional, como punto focal ha tenido un abandono durante varios sexenios, hay una desarticulación de la política migratoria en México. Los instrumentos legales y el actuar de las autoridades es el principal problema, no existe una homogeneización de las políticas que establecen los gobiernos, de cómo atender el tema de los flujos migratorios.
¿Qué opinión tiene de las administraciones federales y estatales pasadas respecto al tema migratorio?
Desde 1980 el gobierno mexicano no ha fortalecido las instituciones encargadas. La secretaria de gobernación tiene a su cargo diversas materias, como la política migratoria poblacional, en particular no ha sido el tema que se aborde con mayor interés. En efecto, existe una invisibilización de los problemas vinculados, se han implementado estaciones migratorias, pero no son las suficientes para controlar la frontera tan amplia que tenemos con Guatemala y Belice.
La frontera norte es diferente, porque el control de la agenda lo establecen los Estados Unidos de América, lo ven como un tema de seguridad fronteriza y además como de seguridad nacional, son dos fronteras diametralmente distintas.
La frontera norte es ordenada con flujos cada vez más controlados, que van disminuyendo, en la frontera sur no existe control, existe una insuficiencia de infraestructura del Instituto Nacional de Migración y de los agentes migratorios.
La mayoría de los migrantes en la caravana que entran a México son trasmigrantes, esto significa que van a Estados Unidos o Canadá, al ser rechazados generan una problemática de una población volátil. Del mismo modo organismos como la COMAR (Comisión Mexicana de Auxilio a Refugiados) no tiene la capacidad total para atenderlos en su traslado, arraigo y ubicación, en México la COMAR tiene solo 4 oficinas, una en Veracruz, Chiapas, Tabasco y Ciudad de México.
¿Cuál es su opinión sobre el discurso político sobre migrantes y que alcance tiene para convertirse en políticas públicas?
El tema de la migración puede usarse en el discurso político, como chivo expiatorio, sobre todo la migración irregular, cuando hay problemas que los gobiernos locales son incapaces de resolver, el problema de seguridad, mercado laboral, la insuficiencia de servicios públicos, educación entre otros, es más fácil darle culpa a la migración, que siempre seguirá existiendo. La cuestión radica que ciudadanía y gobierno deben reflexionar, sobre su papel ante la situación.
Hay que plantearse algunas preguntas; ¿Como vamos a hacer que esos flujos migratorios contribuyan al desarrollo y crecimiento nacional? o ¿Cómo ubicarlos para que su traslado sea seguro por el resto de la república? en este sector, existe el abandono e insuficiencia en los instrumentos de política pública y la aplicación normativa de le ley de migración de gobiernos anteriores.
Muchas veces los encargados de políticas migratorias en un país no son especialistas, en ocasiones las políticas se realizan en un buró y no se sale a campo, para poder entender tienes que rodearte de gente que conozca como se mueven los flujos, como se esta desenvolviendo, hacia donde va.
Sustancialmente lo que hemos visto, tanto en la Secretaria de Gobernación como la Secretaria de Relaciones Exteriores, que son los más vinculados en los últimos sexenios no son especialistas en la materia. Estuvo José Antonio Meade y Luis Videgaray que no eran expertos de temas internacionales al frente de la cancillería, por lo tanto es difícil tener una perspectiva clara de lo que sucede.