Reforma educativa no debe ser de la oligarquía: González Rojo al recibir Honoris Causa

“No es momento de callar y cruzarse de brazos sino de sembrar, difundir y defender una concepción democrática del quehacer magisterial”, dijo González Rojo.

Reforma educativa no debe ser de la oligarquía González Rojo al recibir Honoris Causa

Regeneración, 31 de marzo de 2016.- “Se debe hacer una verdadera y profunda reforma educativa, acorde con las necesidades, no de la oligarquía que nos rige, sino del pueblo mexicano en esta fase de su historia”, fueron las palabras del poeta, filósofo y catedrático Enrique González Rojo Arthur, tras recibir ayer el doctorado honoris causa de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM).

Dijo que es necesaria una reforma de la educación que advierta y haga suyos los grandes problemas nacionales, que no tenga reservas en denunciar las razones de fondo de por qué está la educación como está, que eleve a primer plano el espíritu crítico, haga un severo enjuiciamiento de la reforma oficial y devele, de manera reiterada y convincente, a qué intereses se encuentra enajenada.”

González Rojo reivindicó su derecho y compromiso de no guardar silencio ante la manera arbitraria y punitiva en la que el Ejecutivo federal y la Secretaría de Educación Pública pretenden reformar la práctica docente en el país, “empezando con una ‘evaluación’ de los maestros sospechosa y hasta militarizada”.

“Cuando las cosas van de mal en peor, no es el momento de callar, doblar la cerviz y cruzarse de brazos, sino la hora urgente de sembrar, difundir y defender una concepción democrática del quehacer magisterial”, dijo.

González Rojo precisó que hay de reformas a reformas y explicó que la oficial busca dar gato de un tendencioso cambio sólo laboral por la liebre de una reforma educativa integral. Siento que el tentador proyecto para los empresarios de apoderarse de la educación se halla rondando en las nefastas cavilaciones de la oficialidad del gobierno.

“La clase política en el poder habla, en lo que parece una burla, de la ‘excelencia académica’ que debe alcanzar la educación, y lo hace a pesar de la incultura e impresionante ignorancia que la caracteriza, con algunas excepciones, y se hace evidente en la eliminación, en los programas de estudio, de materias tan esenciales como la filosofía, la historia, la ética, las humanidades en general”.

El homenajeado denunció que el gasto público dedicado a la educación en México es muy raquítico, en contraste con el de otros países atrasados, y criticó que la preferencia manifiesta del gobierno por el área de las ciencias y la tecnología evidencia la intención de ponerlas al servicio del empresariado o de la burocracia estatal.

Consideró que el plan de estudios debe ser diseñado no sólo con la finalidad de que el estudiante obtenga la información indispensable para el dominio de su especialidad, sino para que se forme como ciudadano libre, crítico, comprometido con los valores éticos y sociales de mayor trascendencia comunitaria.