Se cumplen 102 años del asesinato de Zapata

El legado de resistencia es la deuda que se tiene con los pueblos indígenas de México. Aquí un recuento de su asesinato en la Hacienda de Chinameca, el 10 de abril de 1919.

Regeneración, 10 de abril de 2021. Este sábado 10 de abril se conmemora al líder revolucionario que luchó por la devolución de la tierra a los campesinos, la libertad y la justicia social.

En 1919 Zapata fue víctima de una trampa planeada por el coronel del Ejército Federal, Jesús Guajardo, quien lo convocó en la Hacienda Chinameca de Morelos con el objetivo de asesinarlo.

Con este crimen, Venustiano Carranza, el autor intelectual, conseguía deshacerse de uno de sus principales rivales, sin embargo, no de su legado, el cual resultó ser eterno en la historia de México.

Con el estallido de la Revolución Mexicana en noviembre de 1910, Emiliano Zapata se adhiere al movimiento maderista, participando en el derrocamiento del régimen de Porfirio Díaz. Su participación en este movimiento armado pronto destacaría con la toma en mayo de 1911 de la ciudad de Cuautla, Morelos.

Con la victoria de Madero, Zapata insistió en la restitución de la tierra a los campesinos, promulgando en noviembre de 1911 el Plan de Ayala, en el cual evidenciaba sus deseos de reformas sociales, además de declarar al entonces presidente Madero como traidor a las causas campesinas, enemistándose de esta forma con él.

Su asesinato

Esta enemistad se trasladó al campo de batalla, donde los federales atacaron en varias ocasiones al Ejército Libertador del Sur de Zapata en su estado de origen.

La contienda entre los zapatistas y las autoridades continuó más allá de la muerte de Madero (febrero de 1913), al enfrentarse los rebeldes contra los ejércitos de Victoriano Huerta, primero, y Venustiano Carranza, después.

Una vez derrotado su aliado, Francisco Villa, en las batallas del Bajío, Zapata se vio obligado a retirarse en su estado de origen, donde comenzó a distribuir la tierra entre sus partidarios.

Su retirada a Morelos no tranquilizaba a Carranza, quien lo seguía viendo como un rival peligroso. Fue así que decidió acabar con el “Atila del Sur”, encargándole esta misión al coronel Jesús Guajardo, quien llamó a Zapata a la Hacienda Chinameca para ayudarlo con armamento y municiones con el objeto de derrotar a Carranza.

Todo se trató de un engaño, ya que una vez allí, el sureño fue tiroteado por hombres del ejército constitucionalista escondidos en las azoteas, quienes dispararon hasta darle muerte.

Su legado

El legado de Zapata en la actualidad es un espíritu constante de lucha y dignidad por los más abandonados del sistema, los pueblos indígenas. Queda aún un largo camino por recorrer para lograr el objetivo del movimiento zapatista; no obstante, los hay quienes ejercen la política con la misma encomienda. La lucha de Zapata sigue viva.