Seguirán viajando en avión quienes vayan al sureste

El Tren Maya, no podría sustituir al avión en la zona sureste, pues sólo tendrá

Por Antonio Gershenson| La Jornada

Regeneración, 04 de noviembre de 2018.- Ya ganamos en el caso de que no siga el carísimo y retardadísimo aeropuerto en los terrenos de Texcoco. Pero en su lugar despierta inconformidad entre las personas afectadas. Y el Tren Maya resulta que no contribuye al caso porque está casi solo en la península de Yucatán.

Pasa por Campeche en la parte del Golfo de México, luego llega al Caribe a través de Mérida, en Yucatán, después arriba a Cancún, Quintana Roo, baja a Bacalar, en la misma entidad y luego cruza a través de la selva y ruinas prehispánicas, para unirse con la vía inicial en Escárcega, en Campeche.

Eso no contribuye a contrarrestar el uso del tradicional aeropuerto de Ciudad de México; los que vayan allá seguirán yendo en avión, ya sea que vuelen a Campeche, a Mérida o a otra de las ciudades de la región.

En cambio, los ferrocarriles que se han desarrollado sobre todo en China y que viajan a una velocidad de entre 300 y 400 kilómetros por hora, sí contribuirían en forma notable a contrarrestar el exceso de uso de aeroplanos. Y coadyuvarían a una reducción del empleo de los automóviles y otros vehículos de motor que operan con combustibles contaminantes.

Compañeros me han comentado que, en efecto, esta alternativa es positiva, aunque reconocen que resulta muy cara. Pero China es también la nación que mayores créditos otorga; incluso habría que recordar que Estados Unidos debe mucho dinero prestado por China.

Debemos verlo como un paso de un proceso. Se gestiona el monto, para poder desarrollar el proyecto, Se hace el pago en relación con los ingresos del propio plan. Con el ingreso por los pagos de los usuarios por cada viaje y los costos de transporte de carga. Se restan los montos de operación, y de lo que resulte se logran las cifras requeridas para los pagos de la cantidad establecida por el adeudo.

Los gobiernos anteriores han endeudado al país a lo loco. En este caso, por el contrario, se trataría de un endeudamiento productivo, que permitiría construir obras que, a su vez, ayudarían a generar los montos necesarios para cumplir con el pago de su deuda.

Se debe también avanzar con las refinerías. La rehabilitación de las existentes será vital. La de Tabasco sería prioritaria, pero no bastaría. La instalación de una modelar, por lo pronto, en Poza Rica, Veracruz, que tardaría, al menos, 14 meses en empezar a funcionar serían de gran ayuda.

Además, esto generará personal calificado para las plantas más modernas.

En tanto, mientras vemos aspectos del futuro inmediato, se van exhibiendo problemas heredados del pasado, incluso del ayer.

En la Auditoría Superior de la Federación se descubren grandes irregularidades en la Comisión Federal de Electricidad, lo ocurrido en 2017 es sólo un ejemplo de ello; el “gasto” de casi 4 mil millones de pesos para pagar el gas que todavía no tenía ductos ni nada productivo. Obviamente hasta el momento no se ha castigado a nadie por ello.

Por otra parte, ya hemos hablado de un proceso que incluyó dos reuniones entre organizaciones relacionadas con Petróleos Mexicanos (Pemex), en diferentes ciudades petroleras de la nación. ahora está por darse la tercera, misma que se llevaría a cabo el próximo 10 de noviembre en Salamanca, Guanajuato.

Se tratarán dos temas principales: lo relativo a la política petrolera del nuevo gobierno y lo que tiene relación con la actividad sindical democrática en este sector.

La refinería de Pemex es importante, ya lleva ahí 68 años. Este ejemplo muestra que el crecimiento petrolero no dependía del presidente en turno, que en este caso era Miguel Alemán Valdés, quien practicó una política entreguista del petróleo.

Recordemos que este gobierno entregó a empresas de hidrocarburos de Estados Unidos la perforación petrolera de pozos importantes. Y eso no impedía el nacimiento y crecimiento, en este caso, de la refinería mencionada.

Es muy importante, entonces, que se rehabilite a las refinerías de Pemex, echando a la basura la política de frenarlas en diversas formas.

El rescate petrolero es un elemento esencial para rehabilitar a la economía nacional, como lo fue durante décadas.

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