Talamontes y delincuentes desplazan con violencia a familias de Coyuca, Guerrero

Los pobladores cuentan que los talamontes y otros delincuentes los cazan ciando intentan volver a sus hogares, denuncian que no hay ayuda de las autoridades

Regeneración, 3 de noviembre de 2017.- Las familias desplazadas por la violencia desde 2013, defensoras de bosques, se refugiaron en el poblado de Tepango, municipio de Ayutla de los Libres, y aún son amenazadas por talamontes y otros grupos criminales que han asesinado a varios de sus parientes, informa La Jornada.

“Quisiéramos regresar, pero no se puede, porque muchas casas ya las quemaron y tumbaron, o viven en ellas (los delincuentes), narra Sergio Santana, cuya familia, junto con otras 60, se vio obligada a salir de varias comunidades del municipio de Coyuca de Catalán, en la región de la Tierra Caliente, en el estado de Guerrero.

“Aquí vivimos desde hace cuatro años, pero extrañamos nuestra tierra”, cuentaSergio, quien no quiere hablar de sus hijos asesinados y le pide a su esposa, Juana Alonso, que cuente lo que han vivido en estos años.

El pasado 4 de junio, en la comunidad Hacienda de Dolores, municipio de Coyuca de Catalán, un comando mató al esposo de su hija, quien junto con sus cuatro hijos, de entre tres y nueve años, huyó junto con sus suegros a un municipio de la zona norte del estado.

“Mi esposo fue a darle de comer al ganado, y ahí lo estaban esperando varias personas armadas, que lo ejecutaron”, contó la viuda.

“Luego fueron a la casa a decirnos que nos fuéramos y no nos dieron tiempo de llevarnos nada. Hasta mis suegros tuvieron que salir huyendo. Apenas pude sacar a mis cuatro hijos”.

Esta mujer es parte de la familia Santana Alonso, que en 2013, junto con otras 60, tuvo que salir de las comunidades Los Ciruelos, Hacienda de Dolores y La Laguna, municipio de Coyuca de Catalán, por el acoso de criminales.

“No quiero que se vaya, pero tiene que ir a ver a sus otros dos guaches (hijos). Estas dos niñas son sus hijas también. Ahora tiene que andar huyendo, se va lejos de aquí”, dice Sergio.

“Mataron a mis hijos Rubén (Santana Alonso, defensor de los bosques y dirigente de la Organización de Campesinos Ecologistas de la Sierra de Petatlán y Coyuca de Catalán) y Sergio”, Juana Alonso interviene.

“También asesinaron a Joel y a Reynaldo, hijos de mi hijo Rubén; a mi compadre Enrique, sobrino de mi esposo; a mi compadre Damián, y a Juventina Villa, esposa de mi hijo Rubén, entre otros. Pura familia”.

Sergio Santana reprocha la falta de ayuda del gobierno a los desplazados. “Con las lluvias nos fue muy mal, y con los temblores. Se dañaron mi casa y dos más. A otra se le cayó la cocina”, así lo reprocha Sergio Santana por la falta de ayuda del gobierno a los desplazados.

El hombre recuerda que las autoridades le prometieron que comprarían tierras para que ellos las trabajaran. “Tenemos que pagar 5 mil pesos de renta cada año. Ahí sembramos, pero se echó a perder con la lluvia; nada se salvó. Nos abandonaron”.

MÁS DESPLAZADOS

Catalina Pérez Duque habló de la persecución que han padecido: “Sólo enviaron a dos policías. Si vienen a matarnos lo van a hacer. Los pistoleros nos siguen amenazando”, así es la situación en el pueblo de La Libertad de la Unión en donde vive otro grupo de desplazados.

“Apenas llegaron los suegros de uno de mis hijos. Huyeron de Los Ciruelos. El 18 de diciembre pasado mi hijo Constantino Díaz Pérez, de 33 años, salió de su casa rumbo a Ayutla de los Libres y allá lo mataron. Pensamos que fue gente de esa región (Coyuca de Catalán)”

Constantino reparaba motores, bombas de agua, molinos de nixtamal y motosierras. Dos días antes (de que lo asesinaran) le llevaron motosierras, y como no tenía las piezas fue a comprarlas a Ayutla. Al llegar a la ferretería lo mataron varias personas, pero no las pudimos identificar.