Torre Eiffel cierra por huelga de sus trabajadores

La Torre, icono cultural de París cerrará porque sus trabajadores se sumaron al “movimiento social nacional” contra la nueva ley de trabajo francesa.

 

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Regeneración 28 de junio de 2016.- La dirección de la Torre Eiffel, decidió cerrarla hoy por segunda vez como parte de la huelga de sus trabajadores quienes se sumaron al “movimiento social nacional” contra la nueva ley del trabajo francesa.

La Sociedad de Explotaciónde la Torre Eiffel (SETE), quien gestiona la Torre, dijo en un comunicado que se vio abligada a cerrar los accesos del monumento con entrada de pago más visitado del mundo.

Parte de los trabajadores de “la dama de hierro” se integraron a la jornada de acción interprofesional y los efectivos no eran suficientes para poder abrir el monumento en condiciones de seguridad.

El pasado 14 de junio la Torre cerró también por otra huelga enmarcada en la protesta que inició hace tres meses. Anteriormente, también había cerrado el 31 de marzo, por los mismos motivos.

La Torre recibió el año pasado cerca de siete millones de visitantes, el 80 por ciento de los cuales eran turistas de todo el mundo, y cada día la visita un promedio de entre 15 y 20 mil turistas.

En la huelga nacional contra las nuevas condiciones laborales, los sindicatos franceses han presionado desde varias aristas la revocación de la reforma laboral.

Algunas de las manifestaciones de la Huelga son los fereviarios, quienes han parado a buena parte de la población en traslados de tren; mientras en el sector energético, se paró la distribución de gasolina; el sector eléctrico, por otro lado, conectan la luz gratis a personas con pocos recursos.

La reforma laboral francesa va en la línea de las reformas neoliberales exigidas durante años por la Unión Europea, fue lanzada en febrero pasado y su presentación oficial fue el 9 de marzo. Desde entonces, las protestas de trabajadores, estudiantes, organizaciones sociales y sindicatos han ido en aumento. El proyecto acaba con derechos ganados como el horario laboral de 35 horas semanales, admite despidos colectivos con indemnizaciones rebajadas y lanza la posibilidad de las negociaciones directas entre trabajadores y patrones, por encima del código del trabajo y los convenios colectivos.