En medio de una dura crisis económica, los expresidentes conservan sus privilegios, mismos que defienden con uñas y dientes y en algunos casos, planean incrementar.
Regeneración, 21 de diciembre 2016.- En un punto de acuerdo, la Comisión Permanente del Congreso de la Unión exhortó a los funcionarios públicos de alto nivel y a los expresidentes que tienen pensión con cargo al erario, renunciar a ella, debido al difícil contexto económico actual de México.
“Las excesivas percepciones que con motivo de fin de año reciben por concepto de aguinaldos y gratificaciones para que se reintegren los montos al erario y se destinen a sufragar el gasto público de carácter social o destinarlas a acciones de beneficio social para los más necesitados”, se lee en el punto de acuerdo presentado por Mario Delgado.
Los expresidentes mexicanos reciben mensualmente una suma de 229 mil 919 pesos, siendo esta la segunda pensión más alta de América Latina, mientras que millones de mexicanos viven en pobreza, trabajo informal y desempleo.
Sin embargo, y pese a la cantidad exorbitante de ingresos que tienen, los expresidentes han defendido su pensión con uñas y dientes, tal es el caso de Vicente Fox quien pidió que no se le recortara la pensión pues “de eso vive”. Mientras que Felipe Calderón y su esposa Margarita Zavala, se encuentran en la lucha para no recibir sólo una sino dos pensiones vitalicias, pues Zavala ha dicho abiertamente que buscará la candidatura a la presidencia de México.
México gasta 60 millones de pesos mensualmente en el pago de personal de seguridad, asesoría, ayudantía y pensión vitalicia para los expresidentes. Además, este año se reveló que hubo un gasto de 7 mil millones de pesos en pago de seguros de vida para los expresidentes y sus viudas.
Con información de Excélsior, plumas atómicas y proceso.