-La cometen policías municipales, estatales y federales, agentes ministeriales estatales y federales, y las fuerzas armadas
-La mayoría de las víctimas son detenidas por presunta relación con la delincuencia organizada.
-Las personas denuncian haber sido detenidas por personas vestidas de civil, a veces encapuchadas, que conducen autos no identificados y no cuentan con una orden judicial ni informan de los motivos de la detención
-Cuando se detiene en un domicilio, el ingreso suele practicarse sin orden judicial u se producen daños en propiedad y robos.
-La detención va acompañada de golpes, insultos y amenazas.
– Las personas son conducidas con los ojos vendados a sitios que desconocen, incluyendo bases militares.
-Transcurren días sin que se informe del paradero de la persona o se le presente ante la autoridad ministerial o judicial.
-Repetidamente, las víctimas fueron presentadas a los medios de comunicación como delincuentes.
-Uso de la violencia sexual como forma de tortura, principalmente respecto a mujeres detenidas.
-Han aumentado las denuncias por abuso de la fuerza pública durante manifestaciones
Tortura no es justicia, alto a fabricación de culpables
Regeneración, 9 de marzo del 2015. “El relator especial de la ONU, Juan Méndez, visitó México entre el 12 de abril y el 2 de mayo de 2014 con el objetivo de evaluar la situación de la tortura y los malos tratos y cooperar con el estado en su prevensión y erradicación” indica el Centro de Derechos Miguel Agustín Pro Juárez, emisor de la infografía.
Los datos son fruto de reuniones del relator con altos funcionarios federales de y de Nuevo León, Chiapas, Baja California y el Distrito Federal y con representantes de la sociedad civil, víctimas y familiares, además de con miembros de organizaciones internacionales y de la comunidad diplomática.
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