Los independentistas ganaron la mayoría de escaños pero no de votos. A pasar de ser mayoría en el parlamento, las formaciones independentistas apenas lograron el 47.83% de los votos frente al 52.17% que suman los partidos no independentistas
Regeneración, 27 de septiembre de 2015. El presidente de la Generalitat catalana, Artur Mas, ganó las elecciones autonómicas con 62 escaños —lejos de los 68 que requiere la mayoría absoluta en el Parlament—, para lo cual necesitará el apoyo de la Candidatura d´Unidat Popular (CUP) –una formación de extrema izquierda— que logró 10 diputaciones, para poder iniciar el proceso de independencia.
Sin embargo, a nivel de votos los partidarios de la independencia –en sus diversas expresiones– obtuvieron 47.83% de los sufragios frente al 52.17% que suman los partidos no independentistas.
Esta votación no le confiere un mandato mayoritario para iniciar un proceso soberanista, con una declaración unilateral de independencia suscrita por la mayoría de los legisladores del parlamento catalán.
Artur Mas, cuarto lugar de la lista de Junts Pel Sí, sostiene que el triunfo le permitirá refrendarse en el cargo para iniciar el proceso soberanista. Con el 96.44% de los votos escrutados, Junts Pel Sí logró 62 escaños, nueve menos que los obtenidos en las elecciones de 2012. También disminuye en porcentaje, porque de 44.4% obtenido en la pasada elecciones ahora solo consigue 39.31%. Con ello se gana la elección, pero se podría perder un referéndum.
La revelación de las elecciones catalanas de septiembre es la derecha emergente de Ciutadans, el partido de Albert Rivera, que queda como segunda fuerza política con 25 escaños, 16 más que los conseguidos en 2012. Inés Arrimadas, la candidata de este partido en Cataluña, señaló que “con el resultado de hoy Mas sólo tiene como opción dimitir e irse a su casa (por dividir a los catalanes)”.
Uno de los datos más destacados es la participación histórica de 77.45%, muy por encima del 67.76% de participación en 2012, que en su momento marcaron un récord histórico.
Las elecciones autonómicas se convirtieron de facto en unas elecciones plebiscitarias por el discurso de las plataformas independentistas que quieren separarse de España.
El contraste el gran batacazo electoral se lo lleva el gobernante Partido Popular (PP) que alcanzaría sólo 11 escaños, ocho menos que los conseguidos en 2012.
La debacle electoral se le achaca al presidente español Mariano Rajoy, quien encabezó la campaña con una campaña del miedo en contra de la independencia, que resultó contraproducente.
El Partido Socialista de Cataluña (PSC) alcanzó 16 escaños, convirtiéndose en la tercera fuerza.
A su vez, Catalunya Sí que es Pot (Cataluña sí que es posible, en catalán), donde participa Podemos e ICV, tiene un resultado moderado con 11 escaños.
Unió, el partido que hasta antes de esta elección fue el socio de Convergencia Democrática de Cataluña (CDC) del presidente de la Generalitat, Artur Mas, por primera vez queda fuera del arco parlamentario.
La movilización fue histórica, alcanzando una participación de 77.46%. Los datos oficiales arrojaron que la participación fue generalizada en toda Cataluña, aunque las zonas que en 2012 más votaron a las fuerzas políticas no independentistas hoy registraban una mayor afluencia de votantes.
Un ejemplo es el caso del distrito Nou Barris de Barcelona, donde el voto supera el 59% —cinco puntos más que en 2012— donde menos apoyo tuvo la independencia hace tres años.
Sin embargo, también era nutrida la participación en las zonas proclives a la independencia. Un caso es Girona, donde la participación fue 4 puntos por encima de 2012. Otra es Osama, una plaza de apoyo al sí a la independencia, hubo un incremento de 5,5%.
En Tarragona, que se opuso a la independencia en 2012, el incremento es de 6%. Igual sucede en Baix Llobregat con 7.5% arriba del 2012.
Aparte de las reacciones políticas en las siete plataformas participantes –con once partidos implicados—, en Madrid, una de las primeras reacciones fue una concentración de ciudadanos identificados como de ultraderecha, se manifestaron en la Puerta del Sol con una bandera nacional de grandes dimensiones y con consignas a favor de la unión de España.
«Vamos a honrar este mandato»
Pasadas las 10 de la noche, Artur Mas compareció ante los seguidores de reunidos en el mecado del Born de Barcelona, para anunciar el triunfo del independentismo.
«Hemos ganado», dijo en catalán y lo repitió en castellano, en inglés y en francés.
Aseguró que se trataba de una doble victoria: la del Sí y la de la democracia.
Mas cuestionó a quienes durante la campaña habían afirmado que los catalanes no querían ir a votar.
«Todos aquellos que negaban el carácter plebiscitario a estas elecciones, ¿qué dirán ahora con más de 76% de participación que nunca habíamos visto en 35 años?», dijo.
El dirigente catalán admitió que tienen mucho trabajo por delante. «Sabemos en qué condiciones tenemos que trabajar, que hemos ganado con todo en contra y vamos a honrar este mandato democrático», apuntó.
Llamado al diálogo
El secretario general del socialdemócrata PSOE, Pedro Sánchez, advirtió a los partidos independentistas que aunque habían ganado las elecciones en escaños habían perdido el plebiscito sobre la independencia al no alcanzar la mayoría en votos.
«Hoy tenemos una Cataluña fracturada», dijo e invitó a Junts pel Sí a trabajar para curar las heridas, a abandonar el independentismo y concentrarse en solucionar los problemas económicos y sociales que sufren los catalanes.
(Con información de Proceso y BBC Mundo)