Jennifer, pequeña de 5 años fue agredida por una persona de confianza y encontrada sin vida y con signos de abuso sexual.
Regeneración, 04 de agosto de 2017.- Jennifer tenía cinco años, acababa de graduarse del kínder y fue asesinada y violada en Coacalco, Estado de México.
Los hechos ocurrieron el 25 de julio de 2015, pero tomó relevancia porque a más de dos años del suceso, el feminicida y violador, sigue sin obtener sentencia.
La pequeña vivía con su madre y su hermana menor, Johana, en una vivienda en la colonia Los Acuales, del municipio mexiquense; su madre, Abril Carime, trabajaba vendiendo antojitos y en un antro de la zona.
En el barrio, Abril Carime conoció a Luis Roberto, apodado “el Wicho”, quien empezó a cortejarla.
Un día, la joven madre y sus hijas fueron a una fiesta, pero al cabo de un rato tenía que retirarse para ir a trabajar, familiares le sugirieron dejar a las niñas y aseguraron que las llevarían a su casa más tarde; pero cuando llegó, Abril se encontró con una pesadilla.
Al entrar a su casa, la sombra de un hombre estaba sobre su pequeña Jennifer.
“No alcanzaba a ver bien, sólo recuerdo que grité al asustarme, esa sombra era ‘el Wicho’, que al verme salió despavorido del lugar, empecé a hablarle a Jennny, de inmediato busqué a mi otra hija, Johana, quien estaba dormida en su cama, volví hacia donde estaba Jenny, cuando la vista se acostumbró a la oscuridad, vi la sangre, empecé a gritar y tomé a mi hija en brazos”, contó Abril.
Cuando los vecinos llegaron para auxiliarla, pensaron que ella había sido la agresora pues estaba llena de sangre, pero luego llegaron peritos a realizar las diligencias de ley y tras examinar el cuerpo de la niña encontraron huellas de violación y una herida causada por arma blanca.
El presunto responsable fue detenido ese mismo día; en su domicilio, los investigadores hallaron el arma usada para degollar a la pequeña y su ropa estaba llena de sangre; fue vinculado a proceso, pero sigue sin ser sentenciado.
Vía A fondo Edomex.