- Desvío de recursos y mala administración, ponen en riesgo la atención de la salud de los mexicanos
2 de julio del 2015.-En 2014, pese a que fueron generados 714 mil empleos formales, el IMSS tuvo una menor disponibilidad de camas, puesto que por cada mil derechohabientes, hubo 0.6 camas disponibles, esto debido a que el número de camas censables aumentó a menor ritmo que el de derechohabientes del instituto.
El Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) presumió que en 2014 hubo un proceso de formalización del empleo exitoso, que se prevé siga, y que se redujo a la mitad el uso de reservas sin deteriorar la calidad de los servicios; sin embargo, ese año hubo menor disponibilidad de camas, cunas, ambulancias y consultorios.
La Memoria Estadística 2014, recién publicada por el instituto, indica que el año pasado cerró con una población derechohabiente de 59 millones 487 mil 144 personas y con 32 mil 941 camas censables, que significa que por cada mil derechohabientes hubo 0.6 camas disponibles. Este es el indicador más bajo desde 2010, cuando había 0.9 camas registrables por cada mil afiliados.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), por cada mil derechohabientes deben existir de 2.5 a 4 camas censables disponibles, sin embargo, la tendencia del IMSS en el tema de camas es decreciente.
Ese indicador se ubicó en 2013 en 0.6 y en 2012 y 2011 en 0.8.
“Esta tendencia se debe a que en los últimos seis años el número de camas censables ha aumentado a un ritmo menor que el número de derechohabientes del instituto”, admite el IMSS.
En 2014 el instituto tuvo un rezago en inversión física.
¿Dónde quedó el dinero?
Ascendió a 2 mil 483 millones de pesos, es decir, destinó menos de 1 por ciento del presupuesto total para ese año, que fue de 497 mil millones de pesos, en la compra de bienes muebles como las camas.
Berenice Ramírez, secretaria académica del Instituto de Investigaciones Económicas (IIE) de la UNAM, señaló que “la caída de infraestructura como son las camas por derechohabiente ha disminuido, hay años en que está completamente parado (el indicador de camas por derechohabiente), realmente estamos poniendo en situación de peligro la atención de la salud de la mayoría de la población”.
La disminución de camas ocurre en un año en que el gobierno federal fomentó la formalización del empleo y una estrategia de fiscalización, que implicó mayores ingresos para el instituto por concepto de cuotas obrero-patronales por 9 mil millones de pesos en términos reales.
En 2013 se crearon 463 mil empleos, que significó un crecimiento de 2.9 por ciento, mientras que la economía avanzó 1.4 por ciento y en 2014 se generaron 714 mil empleos formales, o un crecimiento de 4.3 por ciento, el doble de la tasa de crecimiento del PIB en ese año, que fue de 2.1 por ciento.
En esos dos años –cuando hubo un retroceso en el incremento de camas– se crearon un millón 177 mil empleos formales, de los cuales alrededor de 700 mil fueron por formalización, de acuerdo con estimaciones de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS).
Asimismo, el IMSS presumió que en 2014 se utilizaron 13 mil millones de pesos de las reservas financieras, que es la mitad de lo usado en 2012 y afirmó que ese esfuerzo de saneamiento financiero no deterioró la calidad y calidez de los servicios.
El IMSS reconoce que en el corto plazo es necesario ampliar y fortalecer el gasto en inversión física, que incluye la adquisición de camas, no obstante, el rezago de infraestructura en 2014 no sólo fue en camas, sino también en la disponibilidad de cunas, ambulancias y consultorios. En 2014 sólo se sumó un hospital de segundo nivel, al pasar de 245 a 246 unidades.
¿EN QUÉ SE VA EL GASTO?
Los recursos que se destinaron a la inversión física en el IMSS contrastan con los montos asignados en 2014 para el pago de Servicios Personales, de 157 mil millones de pesos, o al Régimen de Jubilaciones y Pensiones (RJP), de 59 mil millones de pesos.
El año pasado, el instituto contó con un presupuesto de 497 mil millones de pesos, de los cuales 80 por ciento fue para cubrir pasivos laborales.
En contraste, sólo 11 por ciento del presupuesto se destinó a materiales y suministros e inversión física, que equivale a 52 mil millones de pesos.
Aunque si solamente consideramos el gasto en inversión física, en 2014 se destinó a ese rubro apenas 2 mil 483 millones de pesos, que es menos del uno por ciento del presupuesto total del instituto.
Para el periodo 2015-2020, el IMSS estima un monto de inversión de 27 mil 219 millones de pesos, es decir, que en un lapso de cinco años destinará recursos que equivalen a la mitad del gasto en el RJP en un año.
Con información de: El Financiero 020715