El Museo Paleontológico de Santa Lucía Quinametzin contará con seis salas con exposiciones permanentes y temporales; algunas se dedicarán al estudio y observación del clima, la flora y la fauna desde hace más de 30 millones de años, incluido el mamut gigante
RegeneraciónMx.– El Museo Paleontológico de Santa Lucía Quinametzin y su centro de investigación surgen como un enclave nacional e internacional para los estudios peleontológicos.
Ambos recintos estarán abiertos de martes a domingo de 10:00 a 16:00 horas con más de seis salas de exposición permanente, una de muestra temporal, un jardín temático, salas de interacción digital y de proyecciones en 4K, áreas para talleres infantiles y servicios como cafetería, juegos infantiles y tienda de recuerdos.
La primera sala permanente, detalla la presidenta del Consejo de Paleontología del INAH, Felisa Aguilar Arellano, “relata la historia geológica de la Cuenca de México, a partir de evidencias sedimentológicas, vulcanológicas y otros elementos que nos ayudan a reconstruir el devenir del vulcanismo y el clima durante los últimos 30 millones de años”.
La segunda sala está dedicada a una de las especies pleistocénicas con mayor presencia en el territorio que hoy ocupa México: el mamut colombino (Mammuthus columbi).
“Hablamos del origen, la evolución, migración y otras características del mamut colombino. En esta sala se podrá ver uno de los esqueletos más completos –con el 96% de sus restos óseos– recuperados durante el trabajo de salvamento arqueológico en el aeropuerto. Además se incluye una representación de una hembra con su cría, para que los visitantes puedan visualizar y comparar la talla de estos animales”.
La Sala 3 brinda un panorama sobre el registro fósil de la Cuenca de México, mostrando qué organismos de flora y fauna habitaron dicha región –comprendida entre la Ciudad de México, el Estado de México e Hidalgo– hace más de 10 mil años, mediante evidencia publicada por otros proyectos de investigación, a la que se sumará lo recolectado en la obra del AIFA.
En la Sala 4 se muestran reproducciones de cráneos humanos y materiales culturales, como puntas de flecha y otras herramientas que permiten reconstruir la historia del poblamiento paulatino de la Cuenca de México.
“La Sala 5 toca la relación entre los fósiles y los imaginarios culturales, ya que, si bien hoy sabemos que tales elementos son evidencias de vida pasada, también es importante reconocer cómo la sociedad, en épocas pasadas o incluso en la actualidad, tiene una interpretación propia a partir de sus saberes”.
La última sala da una síntesis de los trabajos de salvamento realizados en el AIFA, los cuales concluirán en el corto plazo, aunque se plantea prosigan dado que el diseño de la terminal contempló áreas de reserva para exploraciones futuras, o bien, de cara a los salvamentos que acompañarán la expansión del aeropuerto.
Un espacio relevante del museo será el Jardín Temático, experiencia inmersiva en la que las y los visitantes podrán adentrarse a una sala donde, por medio de proyecciones en 360 grados de elementos visuales y auditivos, reproducciones escala 1 a 1 de animales como el león americano, mastodonte o tigre dientes de sable, se reconstruirá el paisaje y el ambiente de hace 15 mil años.