«Algo anda muy podrido en Dinamarca» comenta el cineasta Alfonso Ruizpalacios al narrar su mala experiencia en la emisora.
“¡CORTE A COMERCIALES!”
Regeneración, 14 de marzo de 2015.-El 12 de marzo Tenoch Huerta y yo fuimos a promocionar nuestra película GÜEROS al programa “Charros vs Gángsters”, que conducen Jairo Calixto y un tal José Luis Guzmán “Miyagi” (a quien confieso que desconocía hasta el día de hoy).
Desde nuestra llegada a MVS Radio en Polanco vimos patrullas y granaderos rodeando la radiodifusora e impidiendo el paso a la camioneta de producción. El chofer sugirió que era “por lo de la reportera que van a correr.”
Pese a esta atmósfera enrarecida, la entrevista sobre la película transcurrió como la mayoría de las entrevistas de radio y tele a las que he asistido en México: con cordialidad, con preguntas simplonas y poco estimulantes (nada de preparación), pero sobre todo con la histeria que caracteriza a gran parte de los comunicadores de nuestro país -una especie de nerviosismo perpetuo por no dejar ni un momento de pausa, por “llenar el aire” con lo que sea, con un incesante chacoteo estridente que se hace pasar por irreverencia y frescura. Pese a todo, promocionamos nuestra peli sin problemas, entre chascas sobre el partido Verde y la zoofilia.
Al terminar la entrevista, Tenoch tomó la palabra y dijo: “Antes de irnos, quisiera comentar a título personal que creo que es necesario un diálogo para aclarar la situación de la comunicadora Cármen Aristegui y su despido de esta estación.” En ese momento “Miyagi”, quien no había escuchado una sola palabra sobre Güeros ni había levantado los ojos de su iPad durante toda nuestra conversación, ordenó: “Vámonos a comerciales!” A lo cual se obedeció inmediatamente en la cabina. Después de un silencio dolorosamente incómodo Tenoch y yo comprendimos que ya habíamos terminado. Nos acercamos a despedirnos de nuestros anfitriones, quienes apenas nos dieron la mano, sin mirarnos a los ojos. Pero antes de salir Miyagi nos dijo: “Nosotros les abrimos los micrófonos para otra cosa, no para que siguieran con eso…” A lo cual Tenoch respondió “Solamente queremos saber qué es lo que está pasando con Aristegui.” Y no se dijo más.
Salimos de MVS con la cabeza dándonos vueltas, tratando de comprender lo que acababa de ocurrir.
Y continuamos sin comprender…
Mi interpretación: seguimos atrapados en este clima de miedo en donde los comunicadores – incluso los que se jactan de ser “irreverentes” – temen (tal vez justificadamente) por su continuación en las empresas que pagan sus sueldos. Seguimos viviendo en un clima de poca solidaridad y mucha intolerancia.
Tal vez «Miyagi» simplemente se equivocó y actuó por impulso, producto de la frustración de dos días de leer «trolleo» en su contra por no defender a Cármen Aristegui. O tal vez sólo le cayó mal el sushi… Pero de que lo que hizo fue censura, es indiscutible. Darle la espalda a una pregunta tan válida y relevante y cortar a comerciales cuando la cosa se pone incómoda, en el más puro estilo Televisa, fue algo sorprendente de presenciar en vivo.
No tengo la información para aventurar una teoría absoluta de todo esto, ni de afirmar que se trata de una censura que viene desde arriba, o si se trata más bien de una auto-censura, producto del miedo. Pero de que hay algo podrido en Dinamarca, no me cabe la menor duda.
Si bien agradezco el espacio que se nos abrió para hablar de nuestra película, lamento profundamente la continuación de este estado de miedo en el que vivimos.
Lamento que nuestros comunicadores no nos miren a los ojos. Lamento que no haya espacio para las pausas. Y lamento que no haya tiempo para escuchar.