En algunos puntos la Ciudad de México se hundió hasta 25 centímetros mientras que en otros se elevó tras el sismo del 19 de septiembre de 2017
Regeneración, 12 de marzo de 2018.- Luego del sismo del 19 de septiembre de 2017, la Ciudad de México se hundió hasta 25 centímetros en algunas zonas, mientras que otras se elevó.
Así lo detalla el estudio de las doctoras Alejandra López Caloca y Elvia Martínez Viveros, profesoras e investigadoras del Centro de Investigación en Ciencias de Información Geoespacial (Centrogeo).
En una entrevista que dieron para la Agencia Informativa Conacyt explicaron sin tecnicismos que el hundimiento fue diez veces mayor que el promedio mensual (entre dos y 2.5 centímetros por mes).
Las científicas emplearon técnicas avanzadas de interferometría, que implica uso de satélites y radares de microondas que les permitió detectar milímetro a milímetro los cambios de elevación del terreno en la capital.
En el siguiente mapa se muestran los desplazamientos negativos y positivos que sufrió el territorio:
Se puede apreciar que las delegaciones Gustavo A. Madero, Venustiano Carranza, Iztacalco, Benito Juárez, Coyoacán e Iztapalapa sufrieron desplazamientos negativos, es decir, que se hundió el suelo luego del sismo. Sin embargo esto no prueba aún que ésas sean las zonas que presentan consistentemente una mayor subsidencia.
Los hundimientos o levantamientos del suelo pueden ocasionar daños a tuberías de drenaje o de abasto de agua, así como afectaciones a edificios que pueden ir desde grietas hasta derrumbes, en zonas pobladas.
Sobre el movimiento en la capital de México, la doctora Martínez Viveros explicó:
«Es normal que el suelo tenga movimientos, pero la Ciudad de México es un caso atípico porque está construida sobre un lago. Eso en sí mismo hace que al estar sobre un terreno relativamente lodoso, se hunda más. Si a eso sumamos la extracción de agua del acuífero y el peso propio del medio construido, se acelera el proceso de subsidencia».