Delfines están íntimamente ligados a la captura del atún y la adecuada protección de los primeros incide profundamente en el comercio de los túnidos
Regeneración, 24 de noviembre del 2019. México inició métodos de estudio de poblaciones de delfines en el Océano Pacífico basados en drones de última generación para obtener imágenes de cantidad y densidad de la especie.
Estos innovadores métodos, están alineados con los acuerdos impuestos por organismos internacionales en relación con la certificación de pesca sustentable en la captura del atún mexicano.
Nuestro país, a través del Instituto Nacional de Pesca y Acuacultura (Inapesca) dio a conocer la misión que realiza el buque de investigación pesquera y oceanográfica “Dr. Jorge Carranza Fraser”, desde el 17 de noviembre y hasta el 1 de diciembre del presente año.
Resultados públicos
Este buque cuenta con tecnología de punta que le permite desarrollar líneas de investigación en materia de acústica-pesquera, batimetría y oceanografía, entre otras.
Durante la tercera sesión ordinaria de la Junta de Gobierno del Inapesca, encabezada por el secretario de Agricultura y Desarrollo Rural, Víctor Villalobos Arámbula, se acordó que los resultados de la investigación serán de consulta pública.
Pablo Arenas Fuentes, director del Inapesca, explicó que esta investigación relativa a los delfines apoya la solicitud de la Marine Stewardship Council (MSC, por sus siglas en inglés) de contar con un estudio sobre la situación actual de estos mamíferos acuáticos en el Pacífico para continuar con la certificación de la pesca de atún en México.
Certificado de sustentabilidad
Cabe señalar que la MSC es un organismo mundial independiente y líder en establecer estándares para la pesca sostenible.
Arenas detalló que en agosto del 2014 la industria atunera mexicana inició un proceso de certificación ecológica de su pesquería ante la MSC, que finalizó en septiembre de 2017.
En esta fecha el organismo internacional otorgó el certificado de pesca sustentable a la Alianza del Pacífico por el Atún Sustentable.
Los dos embargos contra el atún mexicano
La protección a los delfines está vinculada con la industria del atún. En 2018, la Conapesca informó que México captura más de 100 mil toneladas anuales de atún, resultado de una industria de 72 mil empleos directos e indirectos.
De hecho, el promedio anual de atún entre el 2000 y 2016 fue de 144 mil toneladas. Pero no fue siempre fue así.
En 1980 México decidió detener a las embarcaciones extranjeras que pescaban en la Zona Económica Exclusiva.
La tercera del mundo
Según reportes del especialista Martín Téllez Castañeda, la reacción de Estados Unidos en julio de ese mismo año fue imponer un embargo atunero que prohibía importar atún de México hacia aquel país.
En ese entonces, México representaba a la tercera industria atunera mexicana del mundo, con 46 barcos cerqueros y seis vareros, con una capacidad de captura de más de 62 mil toneladas.
Según información de Genoveva Portilla, en esa época el 90 por ciento de la captura estadounidense de atún se realizaban en zonas exclusivas de otros países.
Este primer embargo, que terminó en agosto de 1986, contrajo a la industria atunera nacional, sin embargo a partir de este año, México abrió mercados en países europeos como Estaña, Inglaterra, Francia, Alemania e Italia.
Segundo embargo
El segundo bloqueo tuvo su origen en el detrimento de la industria atunera norteamericana, país que bajo el argumento conservacionista que sostenía que la captura de atún mexicano rebasaba los límites de muerte incidental de delfines.
En 1990 un juez de California ordenó el bloqueo a las importaciones de atún mexicano provenientes de México.
Esto, bajo el argumento que la industria mexicana mataba a unos 20 mil delfines al año por sus “métodos inseguros” de captura.
Una combinación de intereses económicos con intenciones conservacionistas, en este caso de los delfines, respaldaron y fortalecieron el embargo.
Un “remache” al embargo
El bloqueo se agravó cuando Estados Unidos decretó un embargo secundario.
Éste iba dirigido aquellos países que le comparaban atún a México como intermediarios para venderlo al país norteamericano.
La estrategia tuvo mayores alcances cuando varias compañías como la Starkist, apoyado por el Earth Island Institute, publicaron el sello “dolphin safe”.
Esta proclama anunciaba que esa empresa o compraría, procesaría o vendería atún que hubiese sido capturado por medio de la muerte incidental de delfines.
Graves pérdidas
Este segundo embargo representó un duro golpe para la industria del atún nacional ya que costó a México pérdidas por 150 millones de dólares.
Oficialmente, el levantamiento del embargo se dio en el 2004, cuando el Departamento de Comercio de Estados Unidos dio por terminada la prohibición.
Luchas legales
Las pugnas legales no terminaron y el atún mexicano siguió recibiendo discriminación por parte de Estados Unidos.
En abril del 2015 se registró un capítulo más en l que se considera “la más larga disputa sobre comercio y medio ambiente a nivel internacional”.
La Organización Mundial del Comercio falló en favor de México y en contra de Estados Unidos por la “injusta discriminación del atún mexicano”.
El sello ecologista
Concretamente se refería a los procesos de certificación, rastreo y verificación necesarios para obtener la etiqueta “dolphin safe”.
“En esa misma fecha el panel de cumplimiento descubrió que aunque Estados Unidos niegue la etiqueta dolphin-safe al atún capturado ‘efectuando lances sobre’ delfines, que implica cercar a los delfines con una red para capturar el atún que nada por debajo) e imponga diferentes requisitos de certificación, rastreo y verificación a las pesqueras dentro del PTO, éstos no se vincularon a una distinción regulatoria legítima y fueron inequitativos.
Industria atunera en la actualidad
En el presente, la industria atunera produce 97.5 millones de latas de atún al mes.
Esta producción beneficia, según datos de la Conapesca a 115 millones de personas en México y Centro América.
Nuestro país se ha esforzado por cumplir con los lineamiento internacionales y por obtener otras certificaciones.
Tal es el caso del certificado Alianza del Pacífico por el Atún Sustentable otorgado por la MSC en el 2017.
Certificado y auditorías periódicas
Dicha certificación, señaló Pablo Arenas Fuentes, permite a las empresas acceder a mercados internacionales de mayor competitividad.
Esto impacta de manera positiva en el desarrollo de la industria atunera mexicana.
“Una vez obtenido el certificado, abundó, la MSC lleva a cabo auditorías periódicas a las empresas pesqueras certificadas»
«Esto, para verificar que se realicen mejoras continuas en las prácticas de pesca”, dijo Arenas Fuentes.
“Solicita, por ejemplo, estudios que informen acerca del impacto que se genera sobre especies asociadas a la pesca, y la atención a estas solicitudes es imprescindible para mantener el certificado, finalizó.
Los Pueblos Mixteco, Tlapaneco, Amuzgo y Náhuatl reciben al presidente Andrés Manuel López Obrador en Tlapa de Comonfort, Guerrero pic.twitter.com/1w77ic8LKv
— RegeneraciónMx (@RegeneracionMx) November 24, 2019
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Reconocen a México en ordenamiento pesquero de atún aleta azul
Atún. La industria atunera mexicana se ha comportado con una responsabilidad destacable, como se hizo públicamente en la reunión, señaló el organismo interamericano
Regeneración, 5 de agosto del 2019. La Comisión Interamericana del Atún Tropical reconoció la labor de México en el ordenamiento pesquero del atún aleta azul en el Pacífico.
El Gobierno de México obtuvo el reconocimiento internacional de los países integrantes de la Comisión Interamericana del Atún Tropical (CIAT) porque en pocos meses, con el apoyo de la actual dirección de la Comisión Nacional de Acuacultura y Pesca (Conapesca), ha desarrollado un trabajo efectivo para lograr el ordenamiento pesquero del atún aleta azul en el Océano Pacífico Oriental (OPO).
«Una pesquería ordenada»
Durante la reunión anual de la CIAT, efectuada en Bilbao, España, la Delegación Mexicana encabezada por el comisionado nacional de Acuacultura y Pesca, Raúl Elenes Angulo, recibió felicitaciones de las naciones integrantes del organismo internacional “por el trabajo que se está realizando para contar con una pesquería ordenada y dirigida hacia mercados sanos”.
El director general de Planeación, Programación y Evaluación de la Conapesca, Bernardino Muñoz Reséndez, informó que por años la pesquería del atún se había caracterizado por el desorden, ausencia de control y desdén.
Actualmente, precisó, México llegó a la reunión con la frente en alto debido al desempeño que se ha desarrollado en la administración del presidente Andrés Manuel López Obrador.
Comentó que, ante este panorama, la Conapesca tiene el compromiso de continuar con el esfuerzo de mantener una actividad en orden, apoyo e impulso hacia la soberanía alimentaria de nuestro país, coordinando esfuerzos con la industria atunera que está comprometida con este proyecto del Gobierno de México.
Analizan uso sostenible de los recursos
En la reunión, representantes de pesca de 21 países analizaron los mecanismos más efectivos de conservación y uso sostenible de los recursos marinos en la pesquería de túnidos y especies capturadas por buques atuneros.
El funcionario de la Conapesca explicó que la presencia de México en la reunión anual de la CIAT es de suma importancia.
Y esto, explicó, es porque los países asistentes defienden la cuota en toneladas de atún que les corresponde pescar en el OPO, una vez establecida la biomasa en la zona.
“El reparto de las toneladas de pesquería que corresponden a cada país se determina de acuerdo con cada esfuerzo pesquero, inversión e instrumentos de pesca con que cuenta”, detalló.
Exponen sus actividades productivas
“Esa es la importancia de estar presentes. Cada año, los países exponen la defensa de sus actividades productivas».
«No existen variaciones importantes en cuanto a cuotas porque la biomasa no se incrementa”, aseguró.
Es importante señalar que en el OPO toda la pesquería se desarrolla ante la presencia de observadores neutrales.
Asimismo, México cuenta con un fideicomiso para que ellos den fe de que los pescadores efectúan una pesca sustentable, refirió.
México aplica rigurosamente reglas de pesca como el uso de redes que permitan proteger al delfín, subrayó Muñoz Reséndez.
México «con una responsabilidad destacable»
Los observadores constatan y el gobierno mexicano tiene que asistir a estas reuniones a defender el buen desarrollo de la pesquería.
“La industria atunera mexicana se ha comportado con una responsabilidad destacable, como se hizo públicamente en la reunión», señaló.
Y agregó: «En cuanto a la mortandad de delfines que prácticamente es de cero”, especificó.
Debe considerarse que la pesca del atún es una de las principales industrias o pesquerías que desarrolla nuestro país.
También tiene la responsabilidad de defenderla porque es una industria generadora de alimentos, empleos y divisas.
Además, forma parte de la política que desarrolla la administración federal como parte de su política de Gobierno en su Cuarta Transformación.
Esta parte tiene que ver con la autosuficiencia alimentaria encaminada a producir lo que consumimos.
Subrayó que el futuro proteínico de la alimentación de los mexicanos está en el mar, en las especies pesqueras.
Agregó que la contribución del atún y la sardina es importante para que las familias que menos recursos puedan consumir alimentos de alto contenido nutrimental.
En el CIAT cada país miembro tiene autorizados cuatro comisionados.
En el caso de México, estuvo representado por el comisionado Elenes Angulo y Muñoz Reséndez, por parte de la Conapesca.
También Pablo Arenas Fuentes, director general del Instituto Nacional de Pesca y Acuacultura (lnapesca) y Luis Fletcher, representante de México ante la CIAT.
La CIAT es el organismo pesquero regional, responsable de la conservación y ordenación de las pesquerías de atunes.
También de otras especies capturadas por buques atuneros en el OPO.
También es responsable de la investigación científica de las poblaciones de atunes, de las que depende la industria atunera.