* Los ciudadanos costarricenses y mexicanos lo reciben entre coros de «Peña Nieto Asesino» y «No olvidamos San Salvador Atenco»
* «En primer lugar, no es representante del pueblo ya que fue elegido de forma espuria arrebatando al pueblo su verdadera decisión de voto, utilizando los mecanismos clásicos de los partidos de la burguesía que asaltan a la verdadera voluntad del pueblo» señaló un manifestante
Un grupo de ciudadanos se reunió el 19 de febrero frente a la Asamblea Legislativa para protestar contra la llegada de Enrique Peña Nieto, presidente de México, quien llegó al país para reunirse con la presidenta de la República, Laura Chinchilla y atender la cumbre del Sistema para la Integración Centroamericana (SICA).El grupo que se reunió frente a la Asamblea, conformado por costarricenses y mexicanos descontentos por los honores que el Estado le confiere al presidente mexicano, protestaron desde las 4 de la tarde, hora en que estaba programado el arribo de Peña Nieto al Congreso costarricense, pero que se retrasó hasta las 6 pm.
Los manifestantes: estudiantes, profesionales y madres se reunieron frente a la entrada de la barra del público del Plenario Legislativo y pasaron la tarde entre coros de «Peña Nieto Asesino» y «No olvidamos San Salvador Atenco», refiriendo a la intervención de la policía federal ordenada por Peña Nieto siendo gobernador del estado de México en el 2006, donde se dieron un gran número de arrestos arbitrarios, violaciones y hasta muertes a manos de los oficiales, según consta en los archivos de la Corte Suprema de Justicia de la Nación de México y otras fuentes.
El Periódico CR habló con el grupo y se dio cuenta de que entre los manifestantes también había una pequeña comitiva mexicana que llegó al país por distintas razones, pero aprovecharon la coincidencia para protestar la presencia del Mandatario, a quien se refirieron como una «imposición del monopolio mediático Televisa» y recalcaron los arrestos masivos en diciembre del 2012 tras el descontento popular por lo que consideran fue un resultado fraudulento de las elecciones. El grupo, por razones de seguridad, prefirió mantenerse anónimo.
Junto a un automóvil con altoparlantes, los protestantes permanecieron frente al Congreso durante varias horas, entre vientos fríos y una presencia policial que aumentaba con el paso del tiempo: Fuerza Pública, Unidad de Intervención Policial y el Grupo de Apoyo Operacional. Una de las manifestantes, igualmente en condición de anonimato, se mostró indignada, ya que tras la primera oleada de manifestantes en llegar, la policía colocó barricadas en las calles alrededor de la Asamblea, bloqueando el ingreso de más personas que venían a la protesta. «Mi hija tuvo que alejarse y cuando volvió la policía no la dejaba entrar», el resto del movimiento la apoyó con coros de «¿Adonde queda la libertad de tránsito?» ante la mirada acongojada de efectivos de la Fuerza Pública que afirmaban que la orden de no dejar pasar más gente «venía de arriba».
Mientras los manifestantes estaban a la intemperie, el mandatario mexicano entró por otro costado al Plenario, donde ofreció un discurso a los diputados urgiendo al país a aprobar un Tratado de Libre Comercio con su país y hablando de mayor cooperación entre ambos países. Posteriormente, Peña Nieto fue escoltado al Museo de Arte Costarricense y luego al Teatro Nacional, donde la presidencia de la República tenía un evento de gala para honrar al mandatario mexicano con la Orden Juan Mora Fernández, máximo galardón entregado a personalidades extranjeras.
José María Villalta, diputado por el partido Frente Amplio, opinó que la entrega de la Orden Juan Mora Fernández a Enrique Peña Nieto fue una movida «puramente política» por parte de la Presidencia.
{jcomments on}