Crean luciérnagas robots para rastrear víctimas en desastres

De acuerdo con el experimento a estos robots se les dotó de la capacidad de brillar en diferentes colores y mandar mensajes con esa incandescencia al batir las alas


Regeneración 5 julio 2022. Investigadores del Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT) aplicaron ‘polvos mágicos’ a unos pequeños robots alados para utilizarlos como rastreadores.

De acuerdo con el experimento a estos robots se les dotó de la capacidad de brillar en diferentes colores. Además pueden mandar mensajes con esa incandescencia al batir las alas.

“Un robot que encuentre supervivientes podría usar luces para señalar a otros y pedir ayuda”, señaló un ingeniero que trabaja en este proyecto.

Los robots de gran tamaño pueden comunicarse con diferentes técnicas, mediante conexión Bluetooth, por Wifi, usar GPS y diferentes antenas y sensores.

Sin embargo, se buscan nuevas alternativas que no añadan peso al diminuto equipo ni agoten la poca batería de la que disponen.

Cuando estos dispositivos se iluminan se puede seguir con precisión su rastro mediante cámaras con teléfonos inteligentes.

El equipo de ingenieros consiguió dotar de esta cualidad incandescentes a los mini robots usando el propio aleteo del insecto que había diseñado con anterioridad para poder volar con el triple de su peso.

¿Cómo diseñaron estos mini robots?

El robot cuenta con cuatro conjuntos de alas que deben llevar su peso lo mas lejos posible.

Los apéndices están compuestos de capas de elastómero que se intercalan entre dos electrodos muy delgados y luego se enrollan en un cilindro blando.

Cuando se aplica el voltaje al actuador, los electrodos contraen el elastómero forzando al músculo a hacer un movimiento similar al de un insecto.

Después incorporaron partículas de sulfato de zinc electroluminiscentes en el elastómero, además de realizar una serie de modificaciones al diseño anterior para permitir que el robot brille con fuerza.

Los nanotubos de carbono que optimizan la potencia de voltaje debían ser transparentes para dejar pasar la luz, por lo que fue necesario adelgazarlos a solo unos pocos nanómetros de espesor.

Una vez finalizado el proceso de diseño y fabricación los investigadores probaron las capacidades de comunicación de las pequeñas robo luciérnagas.

Se usó la cámara de un iPhone y se detectó el color de la luz que emiten y esa imagen pasa a un programa de ordenador que rastrea la posición de cada insecto artificial.