Aunque la deuda ya es histórica, la administración de Peña Nieto ha sido incapaz de atenerse a los planes de austeridad y todo lo contrario, gasta de más.
Regeneración, 26 de febrero de 2017.– El Centro de Estudios Espinosa Yglesias, lanzó un análisis en el que resaltó que es preocupante la incapacidad del gobierno para modificar el gasto público, esto debido a que la deuda externa ha crecido durante la actual administración de 33.9 durante el periodo de Felipe Calderón a 49.1 durante la administración de PEña Nieto.
Según un documento de la organización, dedicada a la creación de conocimiento especializado en economía pública para difundirlo y crear políticas públicas, «la evolución y alarmante crecimiento de la deuda pública, ha reducido de manera considerable la capacidad del gobierno federal para realizar modificaciones en el nivel y en la composición del gasto público, debido principalmente, a que el costo financiero de la deuda presenta tasas de crecimiento anual mayores a los de la economía nacional».
En pocas palabras, que el gobierno está gastando más de lo que está produciendo y eso produce un déficit difícil de combatir.
Señaló que el aumento de la deuda durante este periodo, al que todavía le faltan dos años, ha sido hasta el momento de poco más de 15 puntos porcentuales.
Y es que al término de su sexenio, Ernesto Zedillo había logrado colocar el saldo bruto de la deuda en 22.6 por ciento; Vicente Fox en 21.4 por ciento y Felipe Calderón en 33.9 por ciento, señaló el CEEY como parte de su estudio.
Marcelo Delajara, Director del Programa de Crecimiento Económico y Mercado Laboral del CEEY, sostuvo que «esta evolución de la deuda pública se da en un contexto en el que las autoridades hacendarias del país han sufrido una pérdida de confianza considerable. Ello en parte fue debido a que la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) ha subestimado una y otra vez los pronósticos para el saldo de la deuda a lo largo del sexenio. Por ejemplo, en los Criterios Generales de Política Económica de 2014, emitidos hacia finales de 2013, se pronosticaba un panorama de ingresos y egresos de la federación tal que el saldo de la deuda para 2016 sería del 40.9 por ciento del PIB. En 2014 la estimación fue 43.3 por ciento, en 2015 fue 47.8 por ciento, e incluso en los Criterios Generales de Política Económica para el ejercicio fiscal de 2017, la estimación alcanzaba a 48.5 por ciento del PIB. Sin embargo, el saldo de la deuda finalmente observado fue mayor y se ubicó en 49.1 por ciento del PIB», explicó Marcelo Delajara, Director del Programa de Crecimiento Económico y Mercado Laboral del CEEY, de acuerdo con un comunicado.
En el estudio, señaló el CEEY, se advirtió también que las agencias calificadoras internacionales, como Moody’s, Standard&Poors y Fitch, han alertado sobre los riesgos de los elevados niveles de deuda para la economía del país.
Vía El Siglo de Torreón y CEEY
Nuestro análisis del PIB T4 2016: Preocupa la limitada capacidad del Gobierno Federal para modificar gasto público https://t.co/C2a83Uiisl
— CEEY (@ceeymx) 24 de febrero de 2017