El papel de los medios de comunicación en el contexto de la geopolítica

Los medios de comunicación juegan un papel fundamental en la confrontación de las relaciones políticas y estratégicas del país, pero no todo es la radio, el diario y la televisión.

Los medios de comunicación juegan un papel fundamental en la confrontación de las relaciones políticas y estratégicas del país.

Por Dr. Carlos Cabeza Reséndez

RegeneraciónMx, 6 de septiembre de 2022.- Los medios de comunicación de masas juegan un papel fundamental en la conformación de las relaciones políticas y estratégicas entre grupos oligárquicos y los ciudadanos. Así como entre entidades gubernamentales como los municipios, estados, países o áreas geográficas concretas.

Por ello, el uso y el control de las técnicas de comunicación adecuadas se tornan centrales en el teatro de la manipulación de la información para coadyubar a los intereses de lo grupos de la geopolítica internacional.

La tendencia de la industria de telecomunicaciones es de una estructura de mercado oligopólica convergiendo en mayor o menor medida hacia el establecimiento de estructuras monopólicas. Como lo lustra el hecho de que seis empresas manejan más de 2 mil millones de dólares al año. Todas con sede en Estados Unidos.

Estas seis principales empresas tienen la cobertura mundial y la velocidad para informar y/o incluso manipular en tiempo real a gran porción del público global. El común denominador de estas empresas oligopólicas es el uso de propaganda mediante la repetición masiva de contenidos. Y otra característica distintiva es el uso de sofismas verdades a medias. Cuando no calumnias y difamaciones.

La guerra mediática es constante, e históricamente existe evidencia empírica en el sentido de que se exacerba cuando hay un cambio de régimen. Que deja descobijados a los grupos oligárquicos del viejo régimen. Que súbitamente temen perder su hegemonía y sus múltiples canonjías.

Sin duda, una conclusión sine qua non es el irrefutable hecho que los grupos oligárquicos dominan y controlan los medios de comunicación tradicionales, como son las grandes empresas de prensa escrita. Ahora con los medios alternativos o no tradicionales tenemos una fuente de información adicional que nutre y retroalimenta a la opinión pública de manera instantánea.

En el caso de México, tenemos una baja pero creciente cobertura de estos medios no tradicionales, debido tanto a la necesidad de que llegue el internet a muchas regiones, como a la falta de dispositivos ya sea fijos o móviles disponibles para muchos millones de habitantes.

Aunado a esta carencia de redes e infraestructura para distribuir la señal y a la falta de equipos disponibles está la falta de orientación al pueblo sobre la importancia de usar tu señal para crecer en conocimiento, tal cual lo demanda la época en que vivimos de la sociedad de la información y la económica del conocimiento.

Debiéramos minimizar el uso de los celulares para tener acceso a juegos, muchas veces nocivos, como en el caso de los juegos que incitan abiertamente al uso de la violencia. Así como la parte musical y de la industria del entretenimiento deben ser reemplazados por una programación que aporte más a mantenerse informado de manera constante y continua.

El despertar de los medios

En una época de transformación (como la que se vive en México) es neurálgico el despertar de conciencias. Y los medios de comunicación no tradicionales tienen un muy importante papel que jugar. A continuación me daré a la tarea de plasmar algunas reflexiones que quisiera se enriquecieran con la opinión que a usted le merezca.

  1. Se requiere fomentar las radios y canales de televisión y otros medios como portales, colectivos e incluso rotativos tradicionales.
  2. Asimismo, se debe llevar a cabo una campaña para concientizar a la población de la necesidad de que se mantenga informada de los temas de la agenda pública y que participen de manera proactiva en redes evitando en lo posible juegos con menciones negativas.
  3. En cuanto a la parte reguladora debe prohibirse el prohibir. Lo que sí se debe garantizar es el derecho de réplica de manera inmediata de que sale una nota y dejar claro el motivo de la réplica haciendo alusión a la nota que la originó.
  4. El Estado u otras entidades deberían llevar a cabo la numeraria en el sentido de notas positivas y negativas a los personajes y temática. Solo para el efecto de partiendo de información cuantitativa poder llevar a cabo el establecimiento de juicios de opinión cualitativos.
  5. Donde sí se debe regular es en el filtro de palabras y actitudes ofensivas a la persona, así como en el jaqueo de información.
  6. La estrategia y directriz de las políticas públicas en materia de comunicación brilla por su ausencia en planes de gobierno y estrategias de organismos e instituciones, ya que se han revisado los programas de los principales partidos y gobiernos y en casi ninguno de ellos salvo muy contadas excepciones, lo cual es imperativo subsanar.
  7. Para analizar esta guerra mediática se divide el periodo de análisis incluyendo las campañas de odio y difamación de la época electoral, como la desinformación y critica destructiva simultánea. Durante el transcurso de la administración en turno.
  8. En México es un escandalo cómo los medios formales atacan sin fundamento. Alguno más que el de golpear desmesurada e incisivamente la figura presidencial, lo cual aparte de antiético es un insulto ha nuestras tradiciones, usos y costumbres más que a la presidencia. En sí se debe poner un alto al libertinaje, la incisiva denostación que merece y ha obtenido abrumadoramente por las urnas.
  9. Ya para terminar, cada ciudad importante debiera tener un buen número de medios alternativos de todas las modalidades para, de esa manera, poder hacer contrapeso a los ataques injustificados al presidente y demás miembros de su gabinete, incluso su gabinete ampliado.
  10. Se debe de hacer uso de las concesiones, pero con ética, amor al derecho a la información y al comunicación.

Recuerde, estimado lector, que para ello fortalecer los ejercicios de mejoría de evaluación de la semántica, la lingüística, la naturaleza y veracidad de los contenidos y la congruencia de la narrativa.