Por Esther Alvarado
Él es mi fe mi devoción
creo en el hombre de la máscara invencible
plateado luchador fraguado a golpes
eterno vencedor
en relámpagos de rabia justiciera
La máscara no te esconde
te ha creado
la máscara es verdad
esa misma verdad de los que luchan a diario por la vida
cuerpo a cuerpo contra la miseria
sobreviviendo apenas con sus penas
Santo
Héroe de carne y hueso
Quijote sempiterno de los barrios
Adalid de la argentina capa
en dominio de los cuatro costados de la arena
Echa fuera a los enmascarados gringos
a esos de caretas negras que se sienten murciélago o araña
o a esos otros
que en máscaras de lana agazapan sus Marcos de papel
Santo
estás entre nosotros
en la batalla contra los monstruos de cada día
nosotros contra esos ogros que nos amagan diario y nos roban la poesía
Y se me va el Santo al cielo cuando digo Santo
cuando el miedo estruja
cuando ya no sé
si es aquella tu voz o es sólo un eco
lo que siento vibrar en mis oídos
cuando al rudo combate con la vida
yo pronuncio tu nombre en mis caídas
Te invoco Santo
cuando mi patria derrama sangre
y nos pintan de rojo los garrotes y las balas
tan rojos los caminos y tan blancos los semblantes
tan rojas las esquinas en las grises ciudades
El ring es el santuario
entre la cuerdas del culto
enmascarado destino de licántropos
Santo canonizado en patadas voladoras
luchador del pueblo en la leyenda
que nos ha de librar del enemigo
Dame ahora esas llaves
para el rudo combate con la vida
Tomo también tu puño
para sumarlo a todos
los que con puño en alto
resistimos a fuerzas los embates
de corruptos genocidas
Mito del pueblo tu perfil de plata
superhéroe en mi pueblo y en la Arena Peralvillo
castiga con quebradoras a las momias infernales
defiéndenos del mal
protégenos de aquellos que nos ungen de miseria
Santo plateado
vela por nosotros y por la justicia
corazón de plata y sangre
sacúdeme el dolor de tanta muerte
lucha con todos por la paz
sin límite de tiempo
Cúbrenos de una vez con tu bruñida capa
que ondea como bandera tras de ti
abre tu pecho escudo y vence a los vampiros resucitados
o en tus brazos aprisiona a los fantasmas vengativos
y sobre todo
desenmascara de golpe a los ladrones
deja caer tu puño en todos los hambreadores
los que saquean minas y petróleo
aplasta a los engendros que asesinan mujeres
y nos llenan de entierros y ataúdes
y nos visten de luto
y nos hacen llorar sobre tumbas tan hondas y tan oscuras como la pobreza
Lucha por nosotros
líbranos de monstruos financieros
líbranos de los diablos fabricantes de guerras
líbranos del horror que está fuera del ring y de sus cuerdas
Salva al mundo y sus multitudes
de todos los perversos infernales
Santo de poderosos puños contra momias y villanos
Líbranos de la Llorona y el Hombre Lobo
Protégenos del Vampiro, de Blue Demon y Frankestein
Líbranos de la escoria y los capos neoliberales
Ampáranos de las viciosas momias profanadoras de tumbas
Apártanos de las brujas y marcianos
Rescátanos de los zombis y el conde Drácula
Aléjanos del Prian y sus secuaces
Tuércele el cuello a los monopolios con un candado de ocho
Acógenos bajo tu plateado manto
y escóndenos de los espías cibernéticos
Refúgianos
Respáldanos
Escucha esta plegaria Santo
beato segador de cabelleras
Secreto justiciero de los domingos buenos
Tú eres todos los que somos
rivales de la miseria y del hambre de los niños
héroe de las lides absurdas e imposibles
Luchadores somos
y luchamos todos
por nosotros y por ellos
por lo humano y por lo justo
por nuestro suelo y la gente
la Patria Grande que crece
en la América que lucha
desde el Popo hasta Los Andes
desde el Bravo
y hacia el Sur
Esther Alvarado
Julio, 2013