Guardia Nacional sale en Michigan por intoxicación masiva de agua con plomo

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Soldados de la Guardia Nacional salieron a las calles para suministrar agua potable a la población de Flint por la grave contaminación del agua con plomo que ya ha provocado la muerte de diez personas. Hay 30 mil envenenados con plomo y cobre

Regeneración, 14 de enero de 2016. Soldados de la Guardia Nacional de Michigan se han desplegado en la ciudad de Flint para ayudar en la distribución de agua embotellada, filtros y otros suministros a los residentes que sufren desde hace meses de una crisis de agua, ya que el líquido está contaminado por plomo lo que ha provocado la muerte de diez personas por legionelosis en los últimos 18 meses.

Miles de personas afectadas padecen lesiones en la piel, caída del cabello, hipertensión, convulsiones, pérdida de la visión y de la memoria. También sufren depresión, ansiedad crónica y estrés.

Esta crisis masiva ha sido provocada por recortes presupuestales que llevaron a Flint a desconectarse del agua de la ciudad de Detroit y a tomar el vital líquido del río Flint que ha provocó la contaminación del agua con plomo y cobre.

El gobernador de Michigan Rick Snyder activó a la Guardia Nacional para apoyar en la distribución a las autoridades estatales y voluntarios.

El agua corriente entubada de Flint se contaminó con demasiado plomo después de que la ciudad cambiara su suministro hidráulico en el 2014 para ahorrar dinero.

Las autoridades no excluyen vínculos entre la legionelosis y la contaminación de las aguas en Flint. “El Estado de Michigan enfrenta esta situación con la misma urgencia y transparencia (…) que la ciudad de Flint”, indicó el departamento de Salud del Estado en un comunicado.

Desde junio de 2014, los médicos han confirmado 87 casos de legionelosis, una neumonía causada por vía bacteriana, de los cuales han muerto 10 pacientes.


La enfermedad se declaró en el condado de Genesee, donde se encuentra la ciudad de Flint.



Casi la mitad de los enfermos de legionelosis han estado expuestos a las aguas contaminadas de Flint, la ciudad natal del cineasta Michael Moore.


En 2011, el gobernador Rick Snyder nombró un contralor financiero para controlar las finanzas públicas de esta ciudad de 100 mil habitantes.

 Para reducir los gastos, la municipalidad comenzó tres años más tarde, en abril de 2014, a extraer el agua potable de un río local en vez de seguir comprándola en Detroit.

La familia Mays y otros tres afectados demandaron al exalcalde Walling, al gobernador de Michigan, Rick Snyder, y a otras autoridades de Flint y del estado por los daños a su salud causados por el agua contaminada.


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El caso de la familia Mays

Como cualquier habitante de Flint, Michigan, Estados Unidos, la familia Mays usaba el agua del grifo de su casa para beberla, cocinar, lavar y bañarse. Hasta que recibieron malas noticias.

En septiembre de 2014 supieron que era mejor no consumir el agua sin hervir y luego, en el verano de 2015, que el vital líquido era altamente tóxico.

Los padres, Michael y Melissa Mays, y sus hijos de 11, 12 y 17 años, confirmaron que a causa del consumo del agua presentaban plomo y cobre en la sangre, el cerebro, los huesos y órganos, por encima de los niveles permitidos.

Los metales que contenía el agua les habían causado lesiones en la piel, caída del cabello, hipertensión, convulsiones, pérdida de la visión y de la memoria.

La atracción fatal del plomo

También sufrían de depresión, ansiedad crónica y estrés.

¿Qué había pasado?

Flint estaba conectado al sistema de agua de Detroit, la ciudad más importante del estado de Michigan. Pero en abril de 2014, el entonces alcalde, Dayne Walling, desconectó al pueblo del agua de Detroit y eligió al río Flint como nueva fuente de suministro.

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Protestas ciudadanas por el agua de Flint envenenada

La alcaldía de Flint viene repartiendo filtros de agua gratuitos a los pobladores para tratar de reducir los niveles de plomo en el líquido.

Sean Kemmar, funcionario de la administración de Flint, le explicó a BBC Mundo que la composición del agua de este río es más corrosiva.

Al pasar por las tuberías del pueblo se desprendió plomo de ellas, el cual se integró a la corriente de agua y, de ahí, a la sangre de adultos y niños.

Según estudios del Hurley Medical Center de Flint, como consecuencia aumentó la cantidad de niños de Flint que tienen niveles de plomo mayores a los permitidos en la sangre.

Kammer estima que los afectados directos por el agua contaminada con plomo son 30 mil. Es decir, un tercio de los habitantes del pueblo.

Daños irreversibles

Ante el desastre, la nueva alcaldesa de Flint, Karen Weaver, declaró la emergencia en la ciudad, para recibir ayuda del estado de Michigan y del gobierno federal de Estados Unidos.

Para tratar de reducir los daños, la alcaldía de Flint está distribuyendo filtros de agua gratuitamente, con la ayuda del condado de Genesee, al que pertenece, y esperan cambiar las tuberías del pueblo el próximo año.

La alcaldesa declaró en emergencia la ciudad de Flint para llamar la atención de las autoridades federales sobre el desastre ocurrido.

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el plomo afecta el desarrollo del cerebro en los niños, lo que causa que tengan un bajo coeficiente intelectual, déficit de atención, problemas de aprendizaje y comportamiento antisocial.

El vínculo entre la violencia y la contaminación por plomo

El plomo también causa anemia, hipertensión, insuficiencia renal e intoxicación de los órganos reproductivos.

La OMS afirma que los efectos del plomo son irreversibles.

Demanda a las autoridades

En agosto de este año, los pobladores de Flint presentaron una petición con 26.000 firmas para que el pueblo vuelva a conectarse al sistema de agua de Detroit.

Recién el 16 de octubre de este año, más de año y medio después de consumir agua con plomo, la alcaldía cumplió el pedido.

La familia Mays y otros tres afectados demandaron al exalcalde Walling, al gobernador de Michigan, Rick Snyder, y a otras autoridades de Flint y del estado por los daños causados.

“Por más de 18 meses, los gobiernos locales y del estado ignoraron evidencia irrefutable de que el agua del río Flint exponía a los pobladores a una toxicidad extrema. Los funcionarios aseguraron que el agua era tratada apropiadamente y que estaba apta para el consumo”, dice la demanda.

Los demandantes representan a “decenas de miles de habitantes de Flint” afectados por tomar, como cualquier familia, el agua de su casa.

Julie Hurwitz, abogada de los demandantes, le dijo a BBC Mundo que la denuncia podría tardar de dos a tres años en resolverse y que los afectados esperan recibir una compensación económica por los daños.

“Pero la salud ya nadie se la devuelve”, añadió.

 

Con información de BBC Mundo, AP, La Jornada.