El gobierno de Miguel Ángel Mancera pone en peligro a la población de Mixcoac con la obra del Deprimido Mixcoac que está mal planeada y se inundará en época de lluvias. Debajo de la obra hay un túnel que recibe el agua de siete ríos, pero solo tiene capacidad para uno
Regeneración, 9 de noviembre de 2015. La obra del deprimido Mixcoac «está tan mal planeada que se inundará y tendrá efectos negativos en las viviendas colindantes como cuarteaduras y debilitamiento de sus estructuras», afirmó Jacinto Ruiz Aquino, ingeniero geofísico.
Las autoridades ignoraron que la tubería donde se construirá el Bajo Puente recibe a siete ríos en un acueducto planeado para solamente uno. La capacidad de carga del entubado se verá rebasada en época de lluvias. Plagada de problemas hidrológicos como inundaciones, será imposible desalojar a tiempo el agua de las coladeras, comenta Ruiz Aquino.
La obra impuesta por el gobierno de Miguel Ángel Mancera se ha caracterizado por su falta de transparencia, consenso (los vecinos desconocen las supuestas labores de consulta realizadas por el GDF), legalidad y consideración ambiental. Las obras se iniciaron en octubre del 2014 con la tala ilegal de árboles en el camellón central de Río Mixcoac. Desde entonces, han sido talados alrededor de 400 árboles de especies protegidas.
El doble túnel vehicular de 1.3 kilómetros de extensión, unirá los 24 kms del Circuito Interior. Tendrá un costo de mil 400 millones de pesos del erario público y está considerado por expertos como Roberto Remes, director de Fundación Ciudad Humana, como «altamente peligrosa» no sólo debido al descuido del diseño hacia la geofísica del lugar (ignorando en su planeación el cauce natural del Río de Mixcoac, hoy entubado), sino porque el diseño del tránsito peatonal es peligroso. Hay recortes de banquetas (es una obra no amigable para el peatón) y hay pérdida de espacio público.
Se trata de una obra que beneficia particularmente a los automóviles, se le relaciona con la construcción de las dos nuevas torres Mítikah y Manacar, que se plantean como las únicas realmente beneficiadas por el proyecto del Deprimido, sin tener en consideración la necesidad de los vecinos de la zona, quienes se han manifestado en contra desde el inicio de las labores de tala y construcción. También se han presentado múltiples casos de acoso e intimidación por parte de granaderos y personal de seguridad de la empresa constructora hacia los habitantes que se han pronunciado en defensa de la salud urbana de la zona.
Este caso se une a las decenas de megaproyectos y grandes construcciones irregulares emprendidas por el gobierno de Miguel Ángel Mancera. Proyectos de desarrollo urbano e inmobiliarios que no consideran la pertinencia social y ambiental ante los cuales se han organizado diversos grupos de vecinos como No Deprimido Mixcoac, colectivo Deprimido Mixcoac, CCChapultepec, Coordinación de asambleístas de Pedregales de Coyoacán, Xochimilco, Consejo de Pueblos de Santa Cruz Xochitepec, Tlalpan, Colectivo Juárez no ha muerto, Resistencia Doctores, Asociación en defensa Roma Condesa y Vecinos del Pedregal, quienes han emprendido una serie de acciones por la vía legal y organizada para hacer frente a la política de desarrollo depredadora de la capital, y que hoy conforman el frente de Resistencia Territorial que trabaja en denunciar la violación de los derechos de los ciudadanos con estos mega-proyectos en la Ciudad de México.
Con información del Diario de México, Libre en el Sur, Animal Política y de la UCSS.