Es la primera vez en 200 años, que los países de América crean una organización sin la convocatoria de Estados Unidos.
Gobierno de 33 delegaciones, participan en la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) se reúnen esta semana en La Habana y el encuentro coincide con el 50 aniversario del rompimiento masivo de relaciones diplomáticas y económicas de esos países con Cuba, a instancia de Washington en julio de 1964.
Al evento concurrirá como invitado el Secretario General de la Organización de Estados Americanos (OEA), José Miguel Insulza. Su visita será la primera que realiza a la isla un alto funcionario de esa entidad después de que Cuba fuera expulsada en el año 1962. A pesar de esto, Suárez recuerda que “su país fue el primero de Latinoamérica (1976) que incluyó en la Constitución, el objetivo de la integración. Esa vocación viene desde la guerra por la independencia, cuando nos apoyaron ciudadanos de varios países del continente”.
Especialista cubano, señala que la magnitud de la CELAC radica en que “ningún otro organismo en la historia de la región había sumado a tantas naciones” y agrega que “es fruto de la existencia de gobiernos de izquierda que buscan resolver problemas sociales y lograr más autonomía. En otro contexto hubiera sido muy difícil”. Por esa razón “el futuro de la organización regional dependerá de las concertaciones políticas que se logren para realizar acciones concretas que lleguen al ciudadano común en el terreno social, en sectores como la salud o la educación, por ejemplo.”
En esas materias y también en otras, como el enfrentamiento a los desastres naturales, es donde Cuba podría dar su aporte principal a la CELAC. “El país tiene una enorme experiencia en esas áreas y además cuenta con los recursos humanos necesarios para respaldar iniciativas de ese tipo”, dice Suárez y recuerda que ya “tenemos una Escuela de Medicina para latinoamericanos, una Operación Milagro que le devolvió la vista a millones de personas del continente y creamos el método “Yo sí puedo” que enseñó a leer y escribir a más de 3 millones de analfabetos”.
El enfoque de la comunidad es el combate a la pobreza, en la búsqueda del desarrollo, la búsqueda de la prosperidad y plantea buscar soluciones políticas y negociadas, evitando el uso de la fuerza en la región.