México presume cumplir con ‘protección de áreas naturales’; olvida Tajamar, la Lacandona y Cabo Pulmo

En la COP13 que se lleva a cabo en Cancún, Pacchiano dijo que México ha cumplido los objetivos en áreas protegidas, pero la Semarnat ha permitido ecocidios en este año.

 

Cúpula Empresarial, a favor de continuar la devastación en Tajamar

Regeneración, 06 de diciembre de 2016.– La Conferencia de las Partes 13 (COP13) se lleva a cabo en Cancún, luego de que ambientalistas trataran de impedirlo desde que sucedió el Tajamar, un mangle que estaba protegido como área natural y que fue devastado para construir un malecón.

Dentro de la COP13, el actual titular de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), declaró que en relación a las Metas de Aichi, un documento en el que se agrupan cinco objetivos estratégicos para “detener la pérdida de la diversidad biológica”, México las había cumplido por adelantado.

Sin embargo, sus declaraciones contrastan con infinidad de violaciones a áreas naturales protegidas como Tajamar, La Selva Lacandona y Cabo Pulmo, por decir algunas.

Y es que en enero de 2016, un grupo de trabajadores y máquinas entraron a predios forestales de Tajamar para devastar la zona, la cual era un mangle, un ecosistema que servía de hogar para especies como el cangrejo azul, pelícanos cafés y cocodrilos Moreletti, además de cientos de plantas y mangles.

La función de los manglares es vital para la vida humana, pues protegen a las costas contra la erosión y marejadas ocasionadas por los huracanes. También atrapan sedimento y hojarasca entre sus raíces.

Pero todo esto parece importar muy poco para el gobierno mexicano que ha dado permisos y cambiado usos de suelo para permitir la devastación del lugar.

La Selva Lacandona es otro ejemplo de devastación, pues aunque es una de las reservas ecológicas más importantes del país, los ataques a su flora y fauna desde el año 2000 han reducido considerablemente su extensión.

Ya que del millón 800 hectáreas (kilómetros cuadrados) que tenía, ahora sólo quedan 500 mil, es decir en las últimas décadas se ha perdido el 72.2 por ciento del terreno que ocupaba, para el beneficio de empresas extractoras de maderas preciosas

Aunque desde 1978 se creó la reserva de la biósfera de Montes Azules, un área natural protegida para evitar la destrucción de la selva en la que se encuentra el 20 por ciento de la biodiversidad del país.

Sin embargo, de poco sirvió ya que la velocidad de la deforestación aumentó a partir del año 2000. Desde ese entonces se registra una pérdida de 3 mil hectáreas anuales, que barren con todo: plantas, animales, nacimientos de agua.

Otro ejemplo claro del poco cuidado que se tiene hacia el medio ambiente es el denominado Ecocidio de Cabo Pulmo, y es que en 2011, la secrataría hoy liderada por Pacchiano, permitió que la empresa Hansa Urbana construyera un desarrollo turístico en Los Cabos, Baja California Sur, en una zona calificada por parte de la UNESCO, como Patrimonio Natural de la Humanidad.

Al respecto la organización ambientalista Greenpeace criticó esta aprobación para que se edificara el complejo turístico Cabo Cortés en las inmediaciones del arrecife Cabo Pulmo, el único arrecife coralino situado en el Golfo de California.

Pese a los desastres ambientales que se han llevado a cabo con el visto bueno de las autoridades que deberían defenderlos en el país, Peña Nieto se atreve a declarar en la COP que “no podemos seguir esperando hasta otras conferencias, no podemos enfrentar al mundo con el mismo mensaje de 2010. No podemos decir que tenemos cierto éxito con la conservación”.

Vía La Jornada, Greenpeace, Regeneración