Moreno Valle, ha nombrado varios edificios con su nombre o de su familia

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El Gobernador de Puebla se ha empeñado en poner su nombre y el de su familia por todo lo «alto» aunque no se justifique el mérito.

Regeneración 03 de enero del 2016.- El Hospital de Traumatología y Ortopedia nombrado “Doctor y General Rafael Moreno Valle” no es la primera obra que el mandatario estatal “bautiza” con el nombre de él o sus familiares.

Desde su primer año de gobierno, en 2011, el gobernador demostró su intención de inmortalizar a su familia en edificios oficiales.

En aquel entonces, intentó poner su nombre a un bachillerato en San Salvador El Verde, pero ante las críticas, los directivos del centro educativo dijeron que sólo se llamaba Rafael Moreno Valle y no Moreno Valle Rosas, como él.

Ese fue el primer edificio público que tuvo el nombre del abuelo quien fue gobernador del estado entre 1969 y 1975.

En otra ocasión, durante el 2012, el gobernador llamó a otro hospital con el nombre Engracia Valle, como su bisabuela, también en aquel entonces hubo protestas y hasta se argumentó que no existían méritos para que el hospital se llamara de aquella manera.

Pero pese las inconformidades, Rafael Moreno Valle Rosas continuó llamando a los edificios con su nombre y el de su abuelo, a quien presume y destaca en sus discursos como uno de “los mejores gobernadores” que ha tenido Puebla.

En Tulcingo del Valle también hay un bachillerato que lleva el nombre del “doctor y general”, mientras que en el municipio de Huehuetlán El Chico, su nombre quedó en un jardín de niños comunitario.

Un bulevar en Atlixco también se llama “Doctor y General Rafael Moreno Valle” además de una secundaria. Un auditorio del Benemérito Instituto Normal del Estado (BINE) lleva el mismo nombre. En la mayoría de las obras, el gobierno estatal realizó giras sin presencia de medios de comunicación.

En Puebla, no existe una ley que impida a los gobernantes utilizar su nombre o sus familiares en bienes públicos. Y aunque en enero del 2011 se trató de hacer una ley que lo impidiera, ésta quedó en la congeladora.

Vía Expansión