Periodista revela cómo vivió AMLO la noche del 1º de julio

Fue Peña Nieto quien informó a AMLO que había ganado la elección, de acuerdo con Martha Anaya

Regeneración, 10 de agosto de 2018.- Mucho se habla en las últimas horas de las revelaciones de Martha Anaya, historiadora, analista política, periodista y colaboradora de El Heraldo de México respecto a qué hizo y cómo vivió AMLO la noche en que ganó la elección.

En su columna del pasado 8 de agosto, la periodista relata que el día de la jornada electoral (1 de julio), el entonces candidato Andrés Manuel López Obrador (AMLO) acudió a votar muy temprano y regresó a su casa ubicada en la delegación Tlalpan.

Por su parte, el presidente Enrique Peña Nieto, acompañado de Luis Videgaray, secretario de Relaciones Exteriores, recibían información sobre los primeros resultados de las votaciones que, desde temprano, daban la victoria inminente al tabasqueño.

Les costó un rato contactar telefónicamente al ganador de la elección.

La periodista narra los minutos en los que AMLO supo que había arrasado en la elección y finalmente lo dio a conocer a parte de su equipo de trabajo.

Martha Anaya revela que el futuro presidente celebró a media noche con un reducido grupo de personas, entre ellas, varios empresarios importantes.

En la columna publicada por El Heraldo de México el 9 de agosto, Martha Anaya continúa con el relato de la celebración.

La periodista da a conocer más nombres de empresarios que acompañaron a López Obrador durante la celebración, así como las palabras de agradecimiento que dirigió a cada uno.

Para los interesados en asomarse a las entrecortinas de ese histórico momento, a continuación reproducimos el contenido de las dos columnas de la periodista Martha Anaya.

Cómo se enteró Andrés Manuel de su triunfo (8 de agosto)

Ese domingo 1 de julio, López Obrador acudió a votar muy temprano –aguardó incluso a que abriera la casilla- y luego se cobijó en su casa ubicada en la delegación Tlalpan junto con su esposa Beatriz Gutierrez Müller y su hijo menor (11 años), Jesús Ernesto.

En Los Pinos, Luis Videgaray acompañaba a Enrique Peña Nieto.

A lo largo de la mañana, el Presidente y el canciller habían recibido reportes de la elección. Para la una de la tarde, ya no les cabía duda. El resultado no sólo era ya irreversible, sino que lucía apabullante: Andrés Manuel López Obrador había arrasado en la elección.

Había que hablar con él. Informarle para que se preparara.

Sólo que ninguno de ellos –ni el canciller, ni el Presidente, ni ninguno de sus ayudantes-, tenía el teléfono de AMLO o más bien, el de su casa, pues el de Morena no usa celular.

Videgaray se comunicó entonces con una embajadora que, en otros momentos y desde el otro lado del océano, había fungido como discreto puente con Andrés Manuel. Le dijo que tenían “buenas noticias” para el tabasqueño y que deseaban comunicarse con él.

La diplomática avisó a López Obrador de lo que se trataba y dio el teléfono de la casa de Andrés Manuel al secretario de Relaciones Exteriores.

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Poquito después, pasadita la una y media de la tarde, sonó el teléfono en la casa de AMLO. Lo contestó Beatriz.

Al otro lado de la línea escuchó una voz masculina decir:

-¿Beatriz? Habla Enrique Peña Nieto, cómo estás… Me gustaría hablar con Andrés Manuel…

Se puso AMLO al teléfono y escuchó al Presidente decirle:

-Andrés Manuel, hablo para felicitarte…

-Muchas gracias, Presidente, me gustaría verlo pronto.

-Cuando tú quieras.

-¿El martes?

-El martes…, a las 11.

-¿En Palacio Nacional?

-En Palacio Nacional, accedió Peña Nieto.

A partir de ahí comenzaría el frenesí. Poco tiempo tendría para quedar estupefacto y asimilar el momento, preparar sus discursos (el que dirigiría primeramente a la nación y luego el del Zócalo) y aguardar a que nada se interpusiera en el camino.

De hecho, no se atrevió a decir nada a sus colaboradores hasta casi las seis de la tarde, cuando se hallaban reunidos en el Hotel Hilton de la Alameda.

Les pidió subir a otro piso. Ya ahí, Olga Sánchez Cordero y Tatiana Clouthier se metieron a un cuartito y al poco ratito salieron eufóricas con la noticia: ¡En un momento (Ricardo) Anaya va a reconocer el triunfo de Andrés!

Los miembros del gabinete se instalaron frente a las televisiones –los demás bajaron a la sala de prensa- y cuál sería su sorpresa al ver aparecer a José Antonio Meade y escuchar su declaración.

Sucedió entonces lo que ya todos vimos: llegó AMLO a la sala de prensa, leyó su discurso y se fue al Zócalo a celebrar con la multitud su triunfo.

A las 12:30 de la noche, un pequeñísimo grupo fue convocado a casa de López Obrador a brindar por su triunfo. Entre ellos estaban -además de su esposa y sus hijos-, Ricardo Salinas Pliego, Presidente de Televisión Azteca; Olegario Vázquez Aldir, director general del Grupo Imagen Multimedia; Bernardo Gómez, co presidente ejecutivo de Grupo Televisa; Alfonso Romo, jefe de gabinete; y Julio Scherer, próximo jefe jurídico de la Presidencia.

Brindaron con whisky y a cada uno de ellos agradeció Andrés Manuel su apoyo.

A las tres y media de la mañana que concluyó el convivio, el rostro de López Obrador era todo una sonrisa.

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Los comensales de López Obrador (9 de junio)

Van algunos detalles más –¡y nombres de asistentes!-, que nos han agregado a últimas horas sobre el convivio que tuvo Andrés Manuel López Obrador la noche del 1° de julio, el día de la elección- en su casa.

De lo escrito ayer en este espacio (Cómo celebró Andrés Manuel su triunfo), parece que no quedó muy claro que en la celebración por la noche estuvieron también presentes los hijos mayores de AMLO: Andrés (y su novia), José Ramón y Gonzalo Alfonso López Beltrtán).

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Y fueron invitados también Marcos Fastlicht (suegro de Emilio Azcárraga) que fungía como enlace con la sociedad civil en la campaña del tabasqueño; así como el Embajador en retiro Agustín Gutiérrez Canet (tío de Beatriz Gutiérrez Müller), quien por cierto, esa noche y las siguientes horas, se ocupó de hacer las tarjetas a Andrés Manuel para apoyarlo en sus respuestas a las llamadas de felicitación que recibiría de los distintos mandatarios.

En cuanto a Ricardo Salinas Pliego, Bernardo Gómez y Olegario Vázquez Aldir, cada uno se llevaría una frase y una palmada:

-El de Tv Azteca, Salinas, por haber aceptado que Esteban Moctezuma se fuera con él, lo que permitió (a AMLO) lanzar una buena señal.

-El de Imagen, Olegario, porque se portó muy bien…, en todo.

-Y el de Televisa, Bernardo, aunque con sus cosas, porque también se portó bien.

Con Alfonso Romo conversó de tú a tú, como lo hacen ahora en múltiples ocasiones, y le dijo que sin su apoyo difícilmente hubieran logrado el triunfo.

A Julio Scherer Ibarra, con quien sostiene una relación entrañable desde hace muchos años, Andrés Manuel le pidió salir con él al jardín. Ahí pasaron un buen rato platicando a solas.

En cuanto a la diplomática que ayudó a establecer el contacto entre López Obrador y Luis Videgaray-Peña Nieto, algunos ya adivinaron su nombre: la embajadora Martha Bárcena, actualmente en Roma representando a México ante la FAO y quien ha sido mencionada por el Presidente Electo –porque a estas horas ya lo es- para encabezar la Embajada de México en Washington.

Y LE ENTREGARON EL PAPELITO.- Por fin, ayer, el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación le entregó a Andrés Manuel López Obrador su constancia de Presidente Electo, con la que inicia formalmente la transición.

Simbólico que haya sido un 8 de agosto, fecha que recuerda el nacimiento de Emiliano Zapata (hace 139 años) y el primer aniversario luctuoso –como el propio AMLO recordó en su discurso- de uno de sus amigos entrañables, el periodista Jaime Avilés.

De sus palabras en el Tribunal –un espléndido texto, sin duda- destacamos estas promesas:

En el nuevo Gobierno, el Presidente de la República no tendrá palomas mensajeras ni halcones amenazantes; ninguna autoridad encargada de impartir justicia será objeto de presiones, ni de peticiones ilegítimas…El Ejecutivo no será más el poder de los poderes, ni buscará someter a otros poderes.

GEMAS: Obsequio de López Obrador: “Ninguna tentación me quitara la autenticidad o desviará mi camino en la búsqueda del humanismo y la fraternidad.”