Esta es la primera vez que un matrimonio del mismo sexo es unido al interior de una centro de readaptación.
Regeneración 01 de agosto de 2016.- Óscar Arturo, interno recluido en la Comisaría para Sentenciados (antes CRS) en Puente Grande y su pareja Álvaro, a quien conoció estando en libertad, contrajeron matrimonio civil el sábado en un área contigua a la terraza preparada exclusivamente para este evento, hasta donde familiares y amigos acudieron para ser testigos del enlace, informó la Fiscalía General del Estado.
Utilizando una vestimenta en color negro propia para la ocasión, Álvaro caminó de la mano de Óscar por un pasillo decorado con rosas blancas y rojas que conducía a la mesa donde los esperaba ya el oficial del Registro Civil número 2 del municipio de Tonalá, Rubén Toscano Huerta, quien los casaría.
Luego de escuchar las formalidades y de indicarles a los contrayentes que adquieren los mismos derechos y obligaciones que cualquier pareja, el titular del Registro Civil los declaró legalmente casados.
Mientras se celebraba el matrimonio civil entre esta pareja del mismo sexo, varios internos observaban a lo lejos con miradas atentas lo que sucedía en las cercanías de la terraza de la Comisaría para Sentenciados, y algunos de ellos se acercaron con total respeto a ser partícipes de este enlace.
Al evento asistieron también la Fiscal de Reinserción Social, Marisela Gómez Cobos; el Fiscal de Derechos Humanos, Dante Haro Reyes; el representante de la Comisión Intersecretarial contra la Trata de Personas, Juan Manuel Estrada Juárez; la titular de la Comisaría para Sentenciados, Julia del Carmen Flores Ojeda y la directora del Reclusorio Femenil, María de la Luz García Talavera, entre otras personalidades.
Óscar, quien se encuentra recluido por el delito de robo y está sentenciado a ocho años de prisión, conoció a su pareja hace doce: “nos conocimos en una fiesta en la playa, y desde hace 10 años andamos juntos”.
Comentó que su hoy pareja al conocer su situación legal, decidió cambiar de residencia y venirse a vivir a Guadalajara, “cuando se vino, vivió un tiempo con mi mamá y después rentó el departamento en el que vive ahorita. Mi familia y su familia siempre han apoyado nuestra relación”, dijo.
Por su parte, Álvaro, de oficio florista, dijo sentirse muy contento por haber logrado dar este paso y agregó que la semana antes de la boda se encontraba muy estresado pues fueron muchos los trámites que tuvo que realizar y que por su trabajo, a veces no le alcanzaba el tiempo y se cansaba, pero su deseo de casarse, lo animaba a seguir adelante.
De esta forma, Óscar Arturo y Álvaro se convierten en la segunda pareja del mismo sexo en contraer matrimonio igualitario dentro de un reclusorio en el estado de Jalisco, pues las mujeres Ribón y Liz celebraron su enlace matrimonial el pasado 16 de julio en este mismo penal.