#PulmasInvitadas: Leer multimedia (de libros a historias)

¿Escuchar un audiolibro no es leer? o ¿los libros electrónicos no cuentan? Eso es lo que muchos piensan, pero quizás sea la oportunidad de conocer el inmenso mundo de los relatos multimedia.

¿Escuchar un audiolibro no es leer? o ¿los libros electrónicos no cuentan? Quizás sea la oportunidad de conocer el inmenso mundo de los relatos multimedia.

Por Edgar Mondragón

RegeneraciónMx, 1 de octubre de 2022.- Hace unos días estuve reflexionando: si recibiera algún tipo de moneda por cada vez que escucho o leo que “los jóvenes ya no leen” tal vez ya no estaría tan preocupado por la, cada vez más, asfixiante inflación.

Y sí, es normal pensar eso. Si volteas de reojo la imagen es muy ilustrativa: Millennials (aquellos que nacieron entre 1980 y 1995) y Gen Z (quienes nacieron después de 1995) inmersos la mayor parte del día frente a un dispositivo móvil, lejos de los libros físicos. Pero esto es sólo verlo por encima, y como dice El Principito “lo esencial es invisible a los ojos”.

Según The Expert Editor, el 80% de los millennials de Estados Unidos leyeron por lo menos un libro en cualquier formato durante 2019 y el 72% de este segmento lo hizo a través del formato físico. En Latinoamérica, el promedio semanal de lectura de las personas nacidas entre 1985 y 1995 alcanza hasta las 6 horas semanales. Cifras impresionantes que hacen todo el sentido del mundo si se analizan a detalle algunas de las características inherentes de este grupo de la población.

¿Quiénes son los jóvenes que hoy en día se acercan a las historias? Algunos de los promotores más férreos de la lectura, anclados aún a las prácticas clásicas de las bibliotecas, dirán que son personas dispersas, las cuales necesitan la disciplina necesaria para concentrarse y leer un libro físico de principio a fin, disfrutando el inconfundible olor del papel.

Y sí, por supuesto, ese es un camino. Pero me gustaría elaborar un poco más en la parte de “dispersas”, tal vez ahí esté la clave. Más que ser distraídas o poco enfocadas, es indispensable reconocer a estos jóvenes como personas cuyas identidades se trazan a partir de la intersección entre el texto escrito, la imagen electrónica, el sonido y la cultura popular.

En otras palabras, son entes multimedia, “nacieron con el celular bajo el brazo” como dicen los tíos en las reuniones familiares, y por eso para ellos es muy sencillo seguir narrativas complejas sin importar el formato, al mismo tiempo que realizan varias de sus múltiples actividades cotidianas.

¿Escuchar un audiolibro no es leer? o ¿los libros electrónicos no cuentan? Quizás sea la oportunidad de conocer el inmenso mundo de los relatos multimedia.

Después de entender esto, una gran oportunidad se presenta ante nosotros. Ya es hora de olvidarse de las típicas frases como “escuchar un audiolibro no es leer” o “los libros electrónicos no cuentan” y proceder a explotar el inmenso potencial ofrecido por los relatos multimedia.

Y no es que en este texto estemos descubriendo algún hilo negro, la idea aquí es promover el pensamiento crítico a través de los relatos multimedia (para evitar la situación ilustrada en el meme anterior) y alejarnos de los prejuicios, dejar de priorizar la mítica figura del libro como principal fuente de conocimiento y empezar a pensar en historias, sin importar el formato. Citando a Tyrion Lannister de Game of Thrones: “No hay nada más poderoso en el mundo que una buena historia. Nadie puede detenerla, ningún enemigo vencerla.”

*Director de Marketing de Storytel México y Colombia