Sobrino de Porfírio Díaz intenta dar golpe a Madero en 1911

La inestabilidad del gobierno de Madero produjo distintos levantamientos en sus contra,, aunque su gobierno nació legítimamente, el descontento se expandía 

16 de octubre de 2019. En Veracruz, el general Félix Díaz, con una fracción del 19° Batallón, secundado por el coronel José Díaz Ordaz, se levanta en armas contra el gobierno de Francisco I. Madero.

Aunque fracasará porque fue derrotado junto con el batallón que lo acompañaba, esta hazaña serviría de ejemplo en el Estado de Guerrero, donde también se levantaran en armas el general Silvestre Mariscal y Julián Radilla.

El gobierno de Francisco I. Madero inició su mandato e medio de graves problemas políticos.

El 28 de noviembre de 1911 Emiliano Zapata lo desconoció mediante el Plan de Ayala y convocó a luchar contra su gobierno para resolver la cuestión agraria, ante la traición.

Además el 13 de diciembre de ese mismo año, el general Bernardo Reyes llevó a cabo un intento golpista en la zona fronteriza con Texas.

No obstante, ante el abandono de sus propios seguidores, Reyes claudicó en su intento por derrocar a Madero.

También en marzo de 1912, Pascual Orozco se levantó en armas y desconoció al régimen de Madero mediante el Plan de la Empacadora.

El movimiento orozquista obtuvo un importante respaldo popular y logró tomar el control del estado de Chihuahua y se extendió también a Coahuila y Sonora.

Ante el peligro que esta rebelión significó para Madero, fue enviado a combatirla el general Victoriano Huerta, quien tras cinco meses de enfrentamientos, auxiliado por tropas y líderes irregulares, como Francisco Villa, derrotó a Orozco.

Casi al terminar el año, el 16 de octubre de 1912, Félix Díaz, sobrino de Porfirio Díaz, se levantó en armas en Veracruz secundado por algunos militares de aquella zona.

A pesar de creer que con su apellido obtendría el triunfo y de manifestar abiertamente que su lucha era contra “la nefasta administración surgida del movimiento revolucionario de 1910”, muy poca gente acudió a su llamado.

El gobierno maderista envió tropas a reprimir la revuelta.

En pocos días, y ante la falta de coordinación con otros militares golpistas que actuaban en la capital, Félix Díaz fue derrotado.

Hecho prisionero y condenado a muerte, obtuvo el indulto del presidente.

Muy caro costó a Madero el perdón de la vida a ambos militares; Reyes y Díaz conspirarían juntos en febrero de 1913, cuando a la postre el mandatario resultó derrocado y asesinado.