Una luz abrasadora, el sol y todo lo demás: Epílogo a Joy Division

El periodista musical Jon Savage publica en español en Una luz abrasadora, el sol y todo lo demás, un rompecabezas oral acerca del auge y caída de Joy Division, una de las bandas más icónicas de la década de los 70, marcada por el suicidio de su vocalista Ian Curtis

El periodista musical Jon Savage publica en español en Una luz abrazadora, el sol y todo lo demás, un rompecabezas oral acerca del auge y caída de Joy Division.
Ian Curtis, al centro, en una imagen previa a su muerte.

 

Por Martha Rojas

RegeneraciónMx.–   Jon Savage publica en español, con traducción de Javier Blánquez, Una luz abrasadora y todo lo demás (Sexto piso, 2021) que recopila los testimonios de los protagonistas, testigos y amores, que vivieron el nacimiento y muerte de una de las bandas más icónicas de la década de los 70: Joy División.

El auge y la decadencia de Joy División una banda que nació en la escena de los nothern soul, como el propio Savage llama a una serie de bares nocturnos que existieron en el norte de Inglaterra en el Manchester de clase obrera, constituye una parte fragmentada y referencial de aquella época en la que, jóvenes marginados de toda expectativa social y decepcionados de las promesas revolucionarias de los 50´s, se volcaron hacia la música, en un intento por romper los paradigmas de su propia existencia.

Fue precisamente en Salford, Gran Manchester, cuentan los testigos, donde nació Warsaw la incipiente banda de post punk conformada por Bernanrd Summer, Peeter Hook, Stephen Morris y el sacrílego Ian Curtis, quien terminaría por suicidarse el 18 de mayo de 1970 a la edad de 24 años.

Años más tarde la banda sería rebautizada como Joy División, en referencia a la división nazi que explotaba sexualmente a mujeres judías y tendría un gran éxito en la escena underground de Manchester, una ciudad que fue  testigo y responsable de la aparición de una fantástica escena musical de rock alternativo, que iba de The Stone Roses a Happy Mondays pasando por la memorable The Smiths. Una ciudad musical que también fue el primer síntoma de la modernidad británica. 

“La geografía de Manchester es bastante particular. La ciudad parece irradiar hacia el exterior en franjas”, narra en el libro Peter Saville, creador de la cubierta del álbum Unknow Pleasures, el más icónico grabado por los integrantes de Joy Division en 1979.

  

LOS TESTIGOS HABLAN

Al testimonio de Saville se unen los de Hook, Summer, la viuda de Curtis, Deborah; la de críticos musicales, miembros de la disquera Factory Records y amigos del propio Ian, quienes aseguran que el suicido del vocalista fue un “accidente” y el resultado de u profunda adicción a la tristeza.

“Para mí ese suicidio, de algún modo, sigue siendo un accidente, porque había estado bebiendo alcohol, y la mezcla de las pastillas y quedarse despierto hasta tarde, y el cansancio y, probablemente haber tenido una discusión sobre el divorcio con Debbie, todo junto resultó demasiado difícil de digerir. Me doy cuenta de que hace falta mucho valor para ahorcarte, así que no sé bien cómo pudo hacerlo” dice Annik Honoré, quien fue pareja sentimental de Ian Curtis en la última etapa de su corta vida.

Los testimonios que abordan el sorpresivo final del joven Curtis, reafirman las teorías anteriores: el vocalista de Joy División se había ahorcado en la cocina de su domicilio en Macclesfield, al sonido de Iggi Pop y las imágenes tristes de un músico suicida rodadas por Werner Herzog en el filme “Stroszeck”. La esposa, quien había recibido una encomienda para agilizar los trámites del divorcio. Lo encontró en su casa con varias tazas de café y barbírutocos encima horas antes del fatídico final.

No era la primera vez que Ian intentaba suicidarse, sus compañeros de banda trataron de impedirlo, sin éxito. Curtis murió un día antes de irse de gira por Estados Unidos, con un solo disco grabado. Murió como mueren las grandes leyendas del rock: antes de cumplir 27 años. 

“Creo que Ian quería ser como Jim Morrison, alguien que se hacía famosos y se moría (…) Creo que Ian disfrutaba con la infelicidad. Creo que le gustaba revolcarse en ella”, cuenta uno de los diálogos recogidos por el periodista musical Jon Savage en el volumen.

 

GUIONISTA Y CONOCEDOR DE JOY DIVISION

 

Jon Savage colaboró para el documental Joy División, dirigido por Grant Gree en 2016, en el que retoma la historia de la banda desde una perspectiva distante e idealizada, en ella Curtis revive como el “poeta maldito” que sucumbe a las fauces del infierno.

La labor de Savage al unir un “rompecabezas oral” de Manchester y los personajes que poblan Un luz abrasadora el sol y todo lo demás constituye una amplia labor documental sobre Joy División, que los adoradores del rock no dejarán pasar. 

Con el libro, no dejaremos de recordar que ese hombre epiléptico y depresivo que fue Ian Curtis era arte, y que su otra verdad, la que narran Deborah y sus amigos, nos recuerdan a un hombre extraviado, adicto a la depresión y a los barbitúricos; un adolescente prematuro dotado con el talento, carismático y diferente con el que nacen los seres extraordinarios.